que
verte entrar tan segura,
cuando
sabes que dominas,
y
que yo no puedo hacer más…
que
mirarte sorprendida.
Cuando
tus pasos son firmes,
ruidosos…
y
me acorralas en cualquier rincón de la casa,
con
esa mirada…
y
esa sonrisa,
tan
picara.
Y
que el “aquímismo” …
sea
el lugar idóneo,
donde
perdernos,
donde
hacerlo todo.
No
hay mejor sensación,
repito,
que
verte entrar tan despacio y arrasando todo a tu paso,
el
“vísteme despacio que tengo prisa”,
de
tu día a día.
Saber
que vienes buscándome,
decidida…
y
que no se te pasen las ganas de encontrarme,
vestida,
desnuda
o
dormida.
Y
que me bailes, coqueta…
que
no dejes de mover tus caderas
y
de ponerme tu culo en bandeja.
Y
poder decirte,
en
un atisbo de cordura,
“mira
cómo me tienes”
y
que tú me corrijas…
“mira
cómo estamos”.
No
hay mejor sensación,
que
tenerte entre mis brazos,
que
me duelan los hombros de apretarte
y
los huesos de buscarte.
No
hay mejor sensación,
que
sentirte tan dentro y a la vez, tan fuera de todo…
Notar
como rodeas mi aire,
cómo
estás presente sin estarlo,
recordarte…
en
todo lo que hago,
y
ser consciente y que no me importe,
de
todo aquello que no hago,
por
pasarme el tiempo,
recordándote.
Empezó excitante... pero ese final.
ResponderEliminarA mi me no me gustan los finales.
Me gustan los momentos intermedios... y el cigarro de después. Ahora recuerdo que no tengo nada de eso pero estoy deseando que alguien me baile para luego fumarnos un piti
Sensación incomparable! Disfrútala!
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