No busques poesía tradicional en este blog. Esto es lo más parecido a un poema que soy capaz de escribir.

sábado, 31 de octubre de 2009

Encontrándonos

Que lindo perderse.

Y encontrarse.

Y volver a perderse.

Y volver a encontrarse.

Boomerang de sentimientos que van y vuelven, una y otra vez.

jueves, 29 de octubre de 2009

Abstracto

Vuela alto


Para caer desde abajo y no lastimarte.
 
Sonríe.

          Canta.CUIDA DE TUS AMIGOS
ES IMPORTANTE
Besa Besa
Grita.

Siempre hay alguien que escucha.

 

Vete
Pero nunca te olvides de volver.


Abraza
            ES GRATIS.
                                            
                       Acaricia



Besa 

Hay mil formas.

Cuenta hasta cinco..... Antes de enfadarte.
Estremécete


LloraAlguna vez.
Pero sobretodo nunca olvides
 

¡Sienta bien!

Pero sobre todo nunca te olvides de...

¡SER FELIZ!






¿Viajamos?


Quise amar sin medidas.
Fui soltando freno y pisé a fondo el acelerador.
¿Es así como se hace, verdad?
Me acostumbré a dar gas con una sola mano y a usar los pies tan solo para apoyarme.
Me vi viajando.
Sin maletero.
Con lo puesto.
Con una pequeña maleta.
Esa que uso para guardar sueños.
Con pasajero.
Te llevo dentro.
Perdona la oscuridad.
En cuanto lleguemos te abriré al cielo.
Sin billete.
Ni pasaporte.
Ni registro.
Te llevo conmigo.
Eres mi bolsa de mano.
Y dentro encuentro todo lo que necesito.
Dime, ¿ a ti te gusta viajar conmigo?.
Nos llaman…
¿Salimos?

miércoles, 28 de octubre de 2009

Siluetas de silencio


Siluetas de silencio.
Anidan en tu cuerpo.
Mientras paseo mi mano por encima, casi acariciándote.
Mi suspirar eriza tu piel.
Yo juego a erizarte.
Con la boca y con las manos.
¿Como puedo llegar a amarte tanto?
Tanto, que parece que no cabe.
Dime, ¿Dónde lo guardo?
Dime, ¿Dónde lo guardamos?
Mi vida es tan mágica, desde que estás.
Lindo día en el que llegaste.
Para quedarte.
Y no marcharte.

Dímelo


¿Dónde van a parar los te quiero cuando no se dicen?
Porque igual que los sueños, ¿a algún sitio tienen de ir?.
Todos aquellos que no se pronuncian.
Todos aquellos que no se dicen.
Todos aquellos que no se escuchan.
Todos aquellos que se escapan, que se pierden entre el ruido.
Cuando vamos en su búsqueda

y no encontramos nada.
Y aún poniendo atención, apenas se oyen, apenas se diferencian.
Quisiera no perderme ni uno siquiera.
Avaricia codiciosa concentrada en dos palabras.
Tan solo dos palabras.
Tus dos palabras.

martes, 27 de octubre de 2009

Llegados los 30 ¿Ahora qué?

Me acerqué al interruptor para apagar la luz.

En ese rincón de lo que antes era mi habitación y ahora forma parte del comedor.

Yo que guardo vagos recuerdos de mi adolescencia me he vuelto a ver invadida por uno que de vez en cuando me visita.

Entonces tenía unos doce años, salía de mi cuarto y supongo que me disponía a correr detrás de un balón o a jugar con cualquier cosa, sin olvidar apagar la luz.

Hice mis números, mis cábalas… tan solo me quedaban diez y ocho años más por vivir, sentí mucha lejanía, casi toda una vida, creí que “el 2009 sería mi año“, cuando pasaría de niña a mujer.

En aquel entonces no veía mi mayoría de edad con meta a los diez y ocho, no sé porque creía que me sentiría totalmente madura a los treinta.

Hoy, me doy cuenta de que no es así.

Hoy, me doy cuenta de que no era para tanto…

lunes, 26 de octubre de 2009

Remolona


Y aquí estoy desperezando mi alma en cada beso que me mandas.
Remoloneando entre abrazos y cojines rallados.
Estirando mis piernas, mientras juego con mis pies.
Resbalando entre babas que me hacen caerme de la cama hasta llegar a tu bostezo creado por el sueño.
Entre legañas y pelos despuntados, sonriendo por dentro sin sacarlo hacia fuera… porque me puede el sueño pero también me pueden las ganas.
Cabezadita anunciada…

Caía la noche

Caía la noche y sus pasos la llevaban de nuevo a casa.

Por calles oscuras llenas de ruidos extraños, de susurros de gente invisible en casas aparentemente cerradas, con cortinas corridas y persianas bajadas.

Gente saliendo de bares.

Gente entrando en soledades.

Ella sorteando encuentros y tropiezos sin perder el rumbo a casa.

Perdiendo las ganas desanimadas.

Ganando creencias animadas.

Sintiéndose sola, aun sabiéndose acompañada.

Calles oscuras invadidas por luces de neón, de farolas, de ventanas… de sonrisas que iluminan su alma.

Sintiéndose solitaria hacia un encuentro con su propio yo.

Que la espera en casa.

Tenía tantas ganas de llegar a ella, que sin darse cuenta, se puso a correr.

Que hay de nuevo

Quisiera explicarte que hay de nuevo en cada beso, en cada mirada, en cada promesa pronunciada con esmero, que hay de nuevo en ciertos sentidos, en ciertos olores, en las más de ciento una ilusiones.

Que hay de nuevo en cada mañana, en cada llamada, en cada nueva entrada y salida de mi casa, de mi cama, que hay de nuevo en ti, en mi, en cada nueva alegría y por qué no, en cada nueva tristeza.

Que hay de nuevo al creer, al perder, al volver a renacer.

Que hay de nuevo en cada credo, en cada dedo, en cada suspiro o en cada sueño.

Que hay de nuevo en cada novedad, en cada carga, en cada nueva energía, en cada verdad, en cada mentira….que hay de nuevo en cada palabra.

Que hay de nuevo en cada olvido, en cada perdón, en cada sensación.

Que hay de nuevo en mi que te pueda regalar de nuevo...aunque deje de ser nuevo.

Porque a veces tengo la sensación de habértelo dado todo ya y otras de no haber empezado a hacerlo.

Desearía tanto poder entregarte toda mi felicidad y no sentir pánico por llegar a perderla.

A veces tengo la sensación de que ya es demasiado tarde para recuperar todo lo que es mío, porque ya te lo entregué sin apenas darme cuenta.

A veces, me siento mal por eso.

Otras veces no.

Siempre pienso, que quizá no necesito esconderme en ningún rincón….porque sé, que tu me encontrarás.

A veces me encanta jugar al escondite…

Pero nunca me gusta jugar al ratón y al gato.

sábado, 24 de octubre de 2009

Canicas


Como un puñado de canicas que apretadas con fuerza en cualquier mano acaban cayendo abriéndose paso entre los dedos y patinando por el suelo es como te acabas abriendo paso tu,
por las rendijas de mi vidamientras yo observo.
El ruido de las canicas al caerme recuerda y no sé el porqué, al taconeo de tus pies.
Cuando te vasme pongo a recoger arrodillada todo lo esparcido por la casa.
Como me gusta poner orden en las cosas
para que puedas volver a desordenarlas,
en cuanto entres de nuevo por la puerta
y el amor salte por la ventana

martes, 20 de octubre de 2009

Alzheimer

La emoción del olvido, del que queriendo recordar se encuentra perdido.

De aquel que no recuerda su nombre.

Ni a sus hijos.

Ni a su amor querido.

No recuerda si fue feliz.

Ni si se casó.

No recuerda los pasos a seguir a la hora de comer.

Pierde y olvida el rumbo en ese corto camino que va desde la mano a la boca.

Olvida masticar.

Tiene miedo.

Olvida sonreír.

Se encuentra en una casa, en un cuerpo, en una mente que no es la suya.

Tiene pena.

Tiene olvido.

Me asusta pensar en que algún día me sienta enferma.

Jugando al despiste, no recordando.

¿Que sería de mi, yo que todo lo olvido, si olvido también lo olvidado?

Me moriría de pena si queriendo recordar mi vida, no pudiera.

Me volvería ciega si mirando sus ojos no los reconociera.

Si olvidase todos aquellos momentos importantes que me hicieron ser feliz, que me hicieron sonreír.

Me volvería muda interna, y me ahogaría en mis palabras

al callarlas.

Necesitaría que me recordaran lo mucho que me quisieron, lo mucho que me siguen queriendo y lo mucho que lo seguirán haciendo.

Necesitaría escuchar que todo va a salir bien, aunque no sea así.

Un tiempo atrás

que no volvería a mis días

cada día.

Días de lluvia que no me despertaran ya esta ternura.

Hoy, que soy consciente

asomo la vista para grabar en mi retina, el incesante goteo de la lluvia en mi ventana

para no olvidarla nunca.

jueves, 15 de octubre de 2009

Recordándote


Recordar no siempre es bueno.
A veces tampoco es malo.
A veces no es nada.
A veces lo es todo.
Recordar, a veces nos hace darnos cuenta que seguimos vivos.
Nos hace sentir latidos en corazones que se creyeron muertos.
Llorar sienta tan bien cuando descubres que no se te olvidó como hacerlo…
Cuando llegaste a creerte mujer de hielo y a ti misma te renombras como simple mujer de piedra porque piensas que el hielo es agua, igual que las lagrimas.
Después de llorar me siento diferente.
Me siento capaz de no sentirme triste por todo aquello que no puedo cambiar.
Me siento tierna aún sabiéndome mujer de piedra.
Y no es que me de vergüenza.
Ni tampoco que me sienta ridícula.
No es nada de eso.
Solo que a veces se me olvida que sé llorar.
A veces se me olvida que te recuerdo cada día.
A cada instante.
Anoche, te recordé de una manera diferente.
Anoche, te recordaron aún sin conocerte.
Me hicieron recordar tu risa y luego no podía dejar de escucharla durante el sueño.
Me hicieron recordar tus andares, tus chistes, tus ultimas palabras, tus modales, tus ojos…
Recordé una vez más como me pinchó tu barba cuando te besé aquel día tan importante en nuestras vidas…
Recordé todo aquello que hice mal y que ya no puedo cambiar….
Los “y si hubiese…” son tan crueles… son tan egoístas… son momentos que querríamos cambiar para no sentirnos arrepentidos por algo que no hicimos y que sabemos que deberíamos haber hecho.
Encontré la manera de sobrellevar toda aquella injusticia que cayó sobre mí.
No se si de la manera correcta.
Solo sé que en este instante mi vida es tranquila y feliz… cuando me vienes a revolver con bollitos y miel… y quisiera saborear la masa de tu pan… mientras te escribo canciones y textos de esta manera tan peculiar que tengo de dirigirme a ti sin matasellos.
Me gustaría tanto no echarte de menos.
Si alguien me explicara como hacerlo, se de antemano que tampoco haría caso a los pasos a seguir para olvidarte.
Porque aunque me duela, echándote de menos, aún te tengo.
Y teniéndote aún sin verte, te sigo queriendo.
Y quiero quererte siempre.
Anoche, me sentí triste.
Anoche, me sentí feliz.
Me sentí triste cuando esa persona tan especial para mi me dijo, que le hubiese gustado conocerte.
Me sentí desolada porque eso es algo que yo también deseo y es algo que ya no puedo ofrecer.
Me sentí feliz al escuchar de esa persona todo aquello que inexplicablemente deseo que diga y acaba diciendo.
Sus preguntas.
Sus respuestas.
Su voz dulzona diciéndome como será un futuro de recuerdos que no quedarán en el olvido.
Me sentí feliz al silencio mudo de mis lagrimas contrarrestando el sonido cálido de sus palabras.
Sus buenas palabras.
Sus buenos sentimientos.
Su bonita forma de decirme “te quiero”.
Es mágica su forma de hacerme sentir bien con algo que no me hace ningún bien.
De todos es sabido que desaparecer de esta vida, no aporta nada más que tristeza, nada más que lagrimas a quien las pueda derramar y una única verdad, que solo nos damos cuenta de lo que tenemos cuando lo perdemos.
Pensándolo bien hay una verdad más… y es que deberíamos aprender a decir te quiero a quienes nos importan antes de que se marchen y sea demasiado tarde.
Demasiado tarde para decir “y si le hubiese dicho te quiero algún día… quizá lo sabría… no lo intuiría”.
Es deprimente querer gritar un sentimiento a alguien que no te puede escuchar… mientras el eco retumba en tus entrañas como único oyente… de un silencio desgarrador.
No quiero que me vuelva a pasar nunca más, ahora que he aprendido a decir esas dos palabras mágicas no me cansaré de decirlas, de repetirlas hasta aborrecerlas… a todos aquellos que me importan… a todos aquellos que me hacen sentir… y que me hacen feliz con su cercanía.
Porque a veces la lejanía es estar a muchos kilómetros…
A veces una está tan lejos estando tan cerca…
A veces la lejanía puede ser estar a un simple roce y aún así ni tocarse…
A veces la lejanía es una simple defensa estúpida… a no querer sufrir…
Pero yo lo paso peor cuando quiero decir algo y no lo digo.
Cuando quiero sentir un abrazo y nadie me lo da...
Ahora que mis muros se derrumbaron sin apenas hacer ruido… me niego volver a construirlos.

sábado, 3 de octubre de 2009

Nicotina

Adicta al tabaco.
Adicta a tener algo entre mis dedos.
A husmear lo que impregna cada cigarro.
Aún sin que me agrade el olor que adquiere todo…
Más de 50 horas sin encender, sin respirar, sin expulsar, sin apagar.
Descubro mi adicción al saber que no puedo hacerlo una vez más…
Más que no poder, es no querer.
Me dan rabia estos cambios de humor…
Me da rabia esta obsesión…
Pero me encanta cuando supero los momentos críticos…
Aunque necesite ponerme a hacer mil cosas para poder pensar en otra cosa…
Quiero intentarlo…simplemente por saborear los besos con el sabor de nuestras bocas.
Si la nicotina es veneno…yo quiero el veneno dulce de tu beso.
Que seas mi estimulante…o mi adicción cuando te tenga entre mis dedos…
Encenderte y apagarte en cada instante.
Que vaya por donde vaya…aún te huela…y que pueda olerte, el aroma…
Quizás…quizás…quizás es buena idea, esto de dejar de fumar.