No busques poesía tradicional en este blog. Esto es lo más parecido a un poema que soy capaz de escribir.

martes, 30 de marzo de 2021

Un vacío que está lleno de ti

 

Volver al principio, al origen de todo.

Nunca lo vi como una opción.

Ni como una solución.

Jamás pensé que acabaría siendo una salida o una vía de escape hacia ninguna parte.

Y mírame hoy, a un solo paso de materializarlo, de hacerlo.

Estoy a un suspiro de dejar que corra el aire, de abrir puertas y ventanas y que una bocanada de viento entre hasta dentro.

 

Es una primera toma de contacto, como una prueba.

Ahora hacer planes a una semana vista es todo un despropósito.

Creo que lo mejor es dejarme llevar hasta donde sea posible y una vez allí, pensar en una otra semana más.

Así empezamos hace un año y mira cómo estamos, cómo seguimos, hasta donde hemos llegado…

 

Llevo tanto tiempo acostumbrada a ser la fuerte que mostrar por primera vez mi débil consecuencia y mi vulnerabilidad ha sido una extraña mezcla de muchas cosas.

Necesidad de cariño. Una tierna súplica que por fin me he atrevido a pronunciar.

Supongo que ya me da igual perder el estúpido estatus de seguridad que siempre tuve o la aparente firmeza que siempre mantuve.

Pero lo dije, por fin lo dije y no me arrepiento, ni tampoco me avergüenzo.

Lo dicho, puede que ya me dé igual…

 

¿Cuántas veces necesité esa pregunta y no escuché nada?

Con lo fácil que es preguntar… ¿cómo estás? y prestar atención a lo que te cuentan…

 

Desde los ojos de mis padres veo el abismo que nos separa.

Siento un vértigo desmedido entre su generación y la mía.

Y una distancia infinita que no nos permite entendernos por mucho que lo deseemos.

Nunca había sido tan consciente de esta situación.

Supongo que han cambiado las cosas o que las prioridades ya no son las mismas.

La lejanía más cruel creo que es la emotiva.

No ser capaz de demostrar las emociones o, dicho de otra manera, ser incapaz de demostrarlas si no son materiales.

Hay cosas que no se ven, que no se pueden tocar, que no se pueden comprar…

pero que existen y que se pueden sentir.

Y no hace falta ser extremadamente sensible para notarlas.

Un abrazo, una caricia, un "todo va a salir bien” son tan rentables, tan efectivos…

que deberían cotizar en bolsa. Seríamos todos tan ricos.

 

Y así me veo hoy, yendo a buscar todo lo que me falta con unas ganas locas de tenerlo.

A casa, al hogar.

Al lugar desde el que me diste tu último adiós y que yo no escuché…

A ese punto del mapa en el que me resulta imposible no sentir.

Y contemplar aquel cielo. Tu cielo.

Apagar el interruptor.

Observar y encontrar en lo más alto aquella luz incandescente que siempre lleva tu nombre.

Hay tanta belleza en la oscuridad, las estrellas solo salen de noche.

 

Lo mejor de ir es volver, una y otra vez.

No puede volver lo que no se ha ido.

Aquí nos encontramos (siempre) los cuatro.





lunes, 22 de marzo de 2021

Mínimas #13 (sobre la soledad)

Gente saliendo de bares.
Gente entrando en soledades.

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Tú eres mi vacío.

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Te dejo un abrazo sin plazos. 
De inmediato. 
Ahora.

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Me conformo con la posibilidad de haber fabricado algún recuerdo.

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Porque no quería y ahora no puedo olvidarte.

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Tenía tantas ganas de llegar a casa,
que, sin darme cuenta,
me puse a correr.

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Cuando se quiere tanto...
también se está perdido.
Me perdí, justo en el momento en el que te encontré.

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Porque un "solo" puede significarlo todo.

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A veces caer,
es lo único que puede hacer que te levantes.

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Cada día te levantas,
llegará uno en el que te despertarás también.

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Yo ya no soy ese alguien,
ni tú eres ya mi persona.

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A veces me siento nadie.
A veces me siento Dios.
Que es como decir lo mismo, pero con palabras diferentes.

viernes, 19 de marzo de 2021

Ya no importa (poema recitado por Eliana)

 



Quise traerte de nuevo Eliana...
fue la única manera que encontré de echarte menos de menos. 
Como dirías vos, ¡dale!
ya sabés lo que diría yo...

martes, 16 de marzo de 2021

No ha dejado de llover

En todas partes llueven nostalgias.
La tristeza no entiende de distancias.


sábado, 13 de marzo de 2021

Y en el fondo, me alegro


¡Ay! cómo me duele comprobar que no me necesitas…

que sin mí eres feliz…

Maldito ego siempre tan sincero.



jueves, 11 de marzo de 2021

El equilibrio es imposible

 

Hoy tengo un día raro. Consecución de unos cuantos...

Puede que tenga un día bipolar… (estoy segura de que yo no lo soy).

Lo bueno de esto, es que es jueves y no me pilla en fin de semana.

Intento ver lo positivo, aunque cueste.

 

Escribo y hablo.

El mensaje es el mismo, pero no lo digo igual. 

Estoy más ausente que de costumbre.

Esta vez el cuerpo me ha pillado así, como más metida hacia dentro y no sé si quiero salir.

Es como una capa de protección que en realidad no protege de nada, porque todo va traspasando y doliendo. Pero me lo acabo creyendo y supongo que algo bueno me estará haciendo, digo yo.

 

Pienso en desconectar, en dejar de estar, en que ya tenemos suficiente con nuestras cosas como para tener que aguantar también las de los demás… y es extraño porque aun diciendo todo esto, sigo necesitando saber cómo están las personas que me importan, aunque me cueste preguntarlo.

 

Es un año que me gustaría olvidar (supongo que como a todos).

Un año en el que no solo me han cortado las alas, sino que también me han prohibido volar. Y la imaginación ya no da para más…

He perdido la libertad, la seguridad, la conciencia.

He perdido un estilo de vida que me hacía sentir muy bien… y que ya no volverá.

Me han perdido el respeto y la educación y no he podido recuperarlos de nuevo.

Ya sabéis lo que dicen, << cuando se pierde la confianza se pierde todo>>.

Y yo no puedo estar más de acuerdo.

Ha sido un año envuelto por la incertidumbre, por la mentira, por el miedo, el desapego. En el que se han perdido las buenas maneras, hemos encontrado la excusa perfecta, ya tenemos una cabeza de turco para que la culpa la tenga siempre el mismo.

Y como no se ve, como no se puede tocar, como no avisa ni tiene intención de hacerlo, nos ha convertido a todos en auténticos vendedores de humo.

Pelotas fuera, directas a tu tejado. Yo me lavo las manos… tú haz lo que quieras.

 

Y ya no puedo más, tengo la sensación de que en cualquier momento voy a explotar, poniéndolo todo perdido y sin importarme (ni lo más mínimo) quién será el que lo tendrá que limpiar. Vuelvo a lavarme las manos. Yo, a lo mío.

 

Pocas veces cambio las cosas de lugar, no lo hago ni conmigo.

Pero ahora me apetece recolocarme en otro sitio.

Cerrar esta puerta y encontrar una ventana por la que saltar.

No mirar atrás (aprender a no hacerlo).

 

Cada vez me alejo más de todo, estoy a años luz de lo que alguna vez fui, la cabeza y el corazón hace mucho que dejaron de entenderse y solo hacen que ponerme a mí entremedio (entre la espada y la pared), como si yo tuviese la solución para todo. Y nada más lejos de la realidad.

 

Mientras que sufro un deshielo interno.

Pero parece que no me hundo, al menos no del todo.

 

Estoy con mi máscara de segura y con todas mis inseguridades escondidas detrás.

 

Desaparecer. A veces me dan ganas.

Ser negativo, nunca había tenido tanto sentido ni había sido tan positivo.

 

No te preocupes si no lo entiendes. No lo hago ni yo.

Y mira que llevo tiempo conmigo…

 

Se intuye un adiós.

Y no sé hasta cuando…

jueves, 4 de marzo de 2021

Autoamor


Mi amor propio me quiere mejor que nadie.

Daría su vida por mí.


martes, 2 de marzo de 2021

Medidas emocionales


Quizá sentí mucho, quizá perdí demasiado.
¿Cuánto amor nos cabe en una sola vez?