Hoy tengo un día tonto, un día extraño que necesito que llegue a su fin cuanto antes. Estoy rara, pero no sé qué es lo que me pasa. No tengo fuerza, estoy agotada, triste y con ganas de llorar, pero no puedo hacerlo, muy a mi pesar. Y cuando tengo un día de estos siempre hago lo mismo: me voy a la cama antes de tiempo sin que me importe qué hora es o en qué día estoy viviendo. Decido acostarme sin pensar en si ese es el error o la solución a dicho problema, pero me voy igualmente. El silencio es la única voz que deseo escuchar. Necesito un poco de calma y allí es en el único lugar donde creo que puedo encontrarla.
Cuando tengo uno de estos días no puedo dejar de pensar, le doy demasiadas vueltas a todo. Los pensamientos van y vienen a su antojo y no sé por qué pienso lo que pienso, pero no puedo dejar de hacerlo. Mareo la perdiz, pero no consigo darle caza. Pienso en todo y en nada. Las ideas se amontonan, adquieren diferentes formas, pero acaban volviendo a su formato original una y otra vez sin que pueda hacer nada al respecto. Y esos pensamientos, pesados y recurrentes, no me dejan en paz. Me acompañan dondequiera que vaya y se meten conmigo bajo las sábanas. Esa tela no me protege de nada.
Tengo una retahíla de preguntas sin contestar, y sin remedio (como yo). Las respuestas que me doy no sé si son las correctas. Y cuando me dejo llevar por mi mente, suelo ir de cabeza contra mi corazón, por lo que nunca consigo sacar nada en claro. Pienso en cómo veo las cosas, en la interpretación que les doy, en cómo manejo las situaciones —las que me vienen y las que me creo yo—, en si tengo una visión correcta de lo que me sucede o si, por el contrario, son los demás los que no la tienen. Pienso en la repetición de algunos actos, en la continua decepción que sufro con algunas personas o en si habré caído en la autocomplacencia por el simple hecho de que no necesita un esfuerzo extra. Pienso en cómo acepto la indiferencia cuando llega y en cómo me defiendo cuando la siento cerca, en si marco la diferencia o en si soy igual que el resto, en si he dejado de ser diferente o son los demás los que han dejado de pensar que lo soy.
Y las horas se hacen eternas, las noches demasiado largas y no encuentro alivio ni siquiera en la palabra. Cuando estás triste lo que menos necesitas es que alguien te diga: «Venga, anímate», ¿si fuese tan fácil no crees que ya lo habría hecho antes?
No puedo estar más de acuerdo no solo con el contenido del texto sino con ese cierre que le da sentido a todo...
ResponderEliminarPerfecto.
Besazo enorme bella...
Lunaroja, puede que yo misma haya usado esa coletilla alguna vez (o más de una). A veces no sabemos qué hacer o qué decir para que esa persona que nos importa vuelva a estar bien, o cuando ya ha pasado demasiado tiempo y ves que nada de lo que haces parece mejorar esa situación. Quizá por impotencia, o por no saber gestionar los problemas de otros, además de los propios… Si hago autocritica me doy cuenta de que yo he podido pecar de lo mismo… A veces, se complica todo…
EliminarBesitos, Ale.
Eso se parece mucho a cuando hay un algo de depre.
ResponderEliminarBeso.
Erik, si, nunca lo he negado. Durante mucho tiempo estuve mal, han sido unos años difíciles. He estado fuera de juego en más de una ocasión. He buscado ayuda cuando la he necesitado y no me importa reconocerlo. Aunque prefiero intentarlo con mis propios medios siempre que puedo. Besos.
EliminarOjalá pudiéramos pensar con el corazón y sentir con el cerebro. Mientras no lo consigamos podemos asumir lo que somos y sentarnos con la melancolía aun lado y el silencio al otro, puede que llegue el reparador sueño. Un abrazote
ResponderEliminarEster, ojalá… creo que sería mucho más fácil. Intento conciliar ambas cosas; es más, necesito las dos… no reniego de ninguna (pero con medida). Besos y abrazos.
EliminarHay días que son el preludio de la melancolía, cuando ocurre esto, dos opciones, o te metes en la cama y dices hasta mañana, o le echas un par y te pones los tacones, te pintas la pestaña y a la calle . Un besazo cielo, si te he sacado una sonrisa me vale.
ResponderEliminarCampirela, me has hecho reír :)
EliminarMe he visto subida a unos tacones y abriéndome la cabeza al caerme… jajajaa
Besitos.
Te entiendo, así que ¡ánimo!, y una sonrisa...
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, gracias… una sonrisa para ti.
EliminarEsos estados no son infrecuentes, ese no saber si estamos rumiando demasiado lo que pensamos, incluso lo que dijimos o hicimos y que no podemos desandar. El silencio es bueno para aclarar la mente, pero a veces el silencio se llena de idesa recurrentes que asaltan como flecha spor mil sitios.
ResponderEliminarSon etapas y ratos. Que pasen pronto es lo que podemos desear. Un fuerte abrazo
Albada Dos, quizá eso es lo que más me cuesta aceptar. No poder cambiar lo que se ha quedado atrás… o juzgarme más de lo debido cuando ya no hay nada que hacer.
EliminarBesos.
La decisión es personal, nada de lo que te aconsejen o digan, te puede valer.
ResponderEliminarCada cual tiene sus experiencias que no son equiparables para con los otros, por algo somos seres únicos.
Besos.
Alfred, cada uno debe encontrar la manera de solucionar sus problemas. Te pueden ayudar, te pueden empujar, te pueden acompañar; pero no pueden vivir por ti. Y lo que a uno le sirve, seguramente a otro no le valga… Besos.
EliminarUn anímate no alcanza, pero puede ser una demostración de afecto que al menos nos dice que hay alguien cerca, ya que cuando nos encontramos respuesta, algo bueno es expresar lo que sentimos, que alguien nos oiga, aunque no nos pueda soluciones, pero sacar lo que tenemos dentro aligera la carga y sirve para ir sacando aquello que ya no queremos.
ResponderEliminarBesitos dulces Laura, más en este día.
Dulce, a veces la simple compañía es todo lo que se necesita. Es la mejor demostración de amor que se puede hacer en según qué momentos. Hasta que encuentras la salida tú solo. Hay una ilustración que me gusta mucho, aunque no sé si tienes instagram (en teoría se copiará aquí para que la puedas ver, si no prueba en este enlace) Besitos dulces.
Eliminarhttps://www.instagram.com/p/C2DkLq4Kq6s/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==
https://www.instagram.com/p/C2DkLq4Kq6s/
EliminarEl cor i el cervell, no es posen mai d'acord amb aquest tema del amor i per això no estan junts, un al cap i l'altre al pit..... quan estas enamorat vols abraçar al altre i apropar-te'l a tu (al pit) perquè allà és més càlida l'abraçada, el cap, per ser tant amunt , és més fred...vet aquí la diferència i com no es posen mai d'acord ! ;)
ResponderEliminarUna abraçada i no et capfiquis..... :)
Artur, hi ha coses del cor que el cap no entén i el cor té raons que la raó desconeix. Hi ha vegades que trobar l'equilibri és força difícil. Però ho intento, de veritat que ho intento. Petons.
EliminarCreo que contra los días raros no hay más cura que dejar que transcurran. Así que me parece una buenísima idea que los acortes intentando dormirte, aunque con la cabeza girando como un tiovivo no sea nada fácil.. no te conozco y por favor perdóname, pero creo que te autoexiges demasiado. Analizar lo que nos sucede es bueno, pero sin caer en un bucle del que no puedas salir… porque es como si te lanzaras a un remolino que te absorbe y termina ahogándote, te lo dice una experta en darle vueltas a la cabeza, ahora, en cuando el agua empieza a girar, salgo a correr, escucho música, me vengo a comentar a los blogs jaja lo que sea con tal de neutralizar pensamientos corrosivos : ) Ojalá ya haya pasado el día raro, cuídate mucho, un beso LAURA!
ResponderEliminarMaría, soy mi peor enemiga, me exijo, me analizo, me machaco a mí misma mucho más de lo que debo y mucho más de lo que muestro. Así que no hay nada que perdonar, has dado en el clavo.
EliminarY hay días en los que si consigo "neutralizar" algunos pensamientos haciendo otras cosas (obligándome a hacerlas) pero también hay otros en que no, que nada consigue hacerme sentir mejor… así que me voy a la cama, desaparezco, aunque sigo estando ahí… con todo el batiburrillo en mi cabeza. Ese día pasó, pero vendrán otros… intentaré afrontarlos lo mejor que pueda. Besos.
Pero que lo puedas percibir-vivenciar y coherentemente comunicar no es poco, amiga querida...
ResponderEliminarAbrazos y besos. Muchos!!
Carlos Perrotti, antes al escribirlo me sentía "algo" mejor, ahora ya no me ayuda tanto. ¿Será la edad, seré yo…?
Eliminarqui sait! Abrazo inmenso.
Encarar lo que sientes con esta valentía, debe ser un paso muy importante para recuperarte. Tengo confianza en que vas a lograrlo de la mejor manera.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Sara O Durán, no sé si soy valiente, pero sincera… ya te digo que sí. Quizá demasiado… Gracias linda. Abrazo enorme.
EliminarMe has hecho sonreír al terminar de leer tu relato.
ResponderEliminarCon la mejor intención y creyendo que nos ayudan, mil veces se escucha esa misma frase: Venga, anímate. ¡Cómo si fuese tan fácil!
Días de bajón, como yo les llamo, los tenemos todos y cada persona echa mano de todos sus recursos para salir del bache, no siempre se consigue, una se come el "coco" dándole vueltas al mismo tema.
Pero como no hay mal ni bien que cien años dure, seguro que al día siguiente nos levantamos y venos nuevamente salir el sol.
He pasado un buen rato leyendo tu entrada. Muchas gracias. Te dejo mi huella.
Cariños.
Kasioles
Kasioles, supongo que eso es lo que busco yendo a la cama, apagar la cabeza y desconectar, pero no lo consigo. Cuando esto pasa lo único que quiero es que amanezca para ver si lo puedo ver de otra manera… y a veces, da resultado.
EliminarBesos.
Mira,te digo,mi mujer tiene un reloj de aquellos que te mide los pasos que has dado al día, nunca se acuesta si al menos ha dado 10 000-15000 ,duerme como un lirón.
ResponderEliminarSaludos.
Car res, yo también tengo la app en el móvil, y por trabajo suelo hacer bastantes kilómetros a diario. Intento cansarme durante el día, pero siempre me activo por la noche… por muy cansada que esté. Saludos.
EliminarEsos días los hay muy a pesar nuestro. Hay que pasarlos como buenamente pueda cada uno. Y es verdad, muchas veces los ánimos de otras personas no sirven de nada.
ResponderEliminarSaludos!
Ethan, que pasen rápido, cuánto más rápido mejor… odio esos días. Saludos.
EliminarNo, está claro que la solución no radica en "Venga, anímate"! Si bien es una frase que suelen repetir los demás...
ResponderEliminarTampoco la cosa descansa en "¿...no crees que ya lo habría hecho yo?
Pues a la vista está que no has hecho nada... O mejor dicho, has "hecho" tanto, no hay más que leerte, arriba, abajo, dcha, izq... Que no sé cómo podrías decidirte por una u otra opción. Más allá de, como reconoces, "me voy a la cama".
¿No hay solución a esto? ¡Desde luego que sí!
Podríamos empezar con una taza de té, o café si es tu gusto, en una acogedora cafetería de Ramblas. O donde tú escojas.
¿Media hora, 45 minutos? Más, para ese primer contacto, no sería necesario.
Ya después, pero "después", no a priori, la vida marcaría su tiempo.
¿En qué radica la cuestión? ¡Simple! ¡Decisión de cambio!
No en seguir analizando...
Abrazos Laura.
Ernesto, hago lo que puedo y hasta dónde llego… no me gusta sentirme así, créeme. Pero a veces no es tan fácil, hay muchas cosas que nos afectan, preocupaciones que no sabemos cómo gestionar. También es verdad que, a medida que te haces mayor, ya no solucionas con tanta rapidez lo que te preocupa, puede que sea por cobardía o por responsabilidad, pero así lo vengo sintiendo desde hace tiempo. Un café y un abrazo, solucionan "casi" todo… Besos.
EliminarTe comprendo querida Laura. Espero y deseo que hayas pasado un día bonito. Te dejo un gran abrazo.
ResponderEliminarTeresa, ese no, pero ya pasó. Besos.
EliminarEs complicado eso de sentirse raro, uno no lo podría explicar pero sí que se siente. De entrada me pareció bien eso de acostarte, pero si no llega el sueño creo que todos los pensamientos son más pesados ahí en la cama.
ResponderEliminarTe abrazo
Gildarlo López, y las ojeras cada vez más grandes…jajaja
EliminarNo sé si el método está bien o está mal, es el único que encuentro en días como esos.
Un abrazo.
Cada quien es un mundo , un ecosistema y un laberinto... Solo el tiempo nos dará respuesta
ResponderEliminarMuakk☺️
Lichazul, mientras… busco una salida. En cuanto la encuentro, por ella me voy. Besos.
EliminarMe gusto el relato . La vida a veces se nos hace dura y el sueño se nos quieta. Te mando un beso.
ResponderEliminarJP Alexander, ojalá fuese un relato…
EliminarNada me gustaría más. Besos.
yo tampoco lloro. de niño era muy llorón, pero luego me sequé.
ResponderEliminares complicado conciliar el sueño cuando tienes tu cabeza en plena actividad...
no hace mucho vi un vídeo muy irónico de una psicóloga, titulado "frases que han animado a cero personas". ;)
besos!
Chema, he buscado el vídeo, pero solo he encontrado uno con ese título y no es el que dices. Si puedes, ponme el link (me gustaría verlo). Besos.
EliminarEs un estado de ánimo a. Carlos dverso, contra el cual no hay manera de sobrellevarlo. Quién no lo ha padecido? No hay placebos ni menos paliativos . El pensar se vuelve iterativo, como un taladro que repica en la cabeza. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, todos pasamos por esos momentos alguna vez. El carácter de una persona hace mucho, pero no lo es todo.
EliminarUn abrazo.
En principio quiero decir que cuando llega la tristeza lo mejor es hacer todo eso que describiste: buscar el silencio, meterse en la cama, no prestar atención a la hora ni cuestionarse nada. La tristeza va y viene y pertenece a la naturaleza humana, lo importante es que no se trata de algo permanente, hay que aceptarla y dejar que se vaya sola así como vino. Quien te protegerá es tu instinto.
ResponderEliminarEntregate a la tristeza, a ella no le gusta eso, así se cansa y se va.
Tu vida está más allá, todo pasa.
Besos.
NN
Nocturno Náufrago, quizá me equivoco, no digo que no. Pero es la única solución que encuentro cuando tengo un día así.
EliminarPor suerte, al día siguiente todo va a mejor… Me conformo con eso, con que sea algo puntual y no se convierta en crónico. Me abrazo a mi tristeza y no la evito (esa no es la solución). Besos.
Amiga, la tristeza va y viene, se mete en nuestras vidas y si la ignoras se va.
ResponderEliminarTodos pasamos por momentos de tristeza pero todo pasa.
Abrazos, que tengas un feliz día
Vivir y dejar vivir, negar e ignorar la tristeza creo que es un error. Porque está ahí, no desaparece a nuestro antojo. Ojalá tuviésemos ese poder…
EliminarSolo el paso del tiempo hace que esa tristeza se transforme y que, aunque siga ahí, duela un poco menos.
Creo que tengo que darte la bienvenida a este blog, así que: Hola.
Saludos.
Título canción:Aunque sea un momento,Kani García
ResponderEliminarAlasdemariposa, Algo así, sí. Poco más que añadir…
EliminarBesitos.
🌹
Kany*
ResponderEliminarEsos días raros que nos persiguen hasta el catre, mi niña, son esos días que se pegan como una segunda piel, y es muy difícil salir dándole vueltas, es como hundirse más, o huir de ellos entre los brazos de Morfeo, porque con su infinita paciencia nos esperan al despertar... Qué hacer?? Fluir?? Buscar alternativas?? Alguien me dijo en una ocasión que las emociones hay que sentirlas, reconocerlas para poder gestionar, estamos en nuestro derecho a sentir la tristeza, es verdad que no hay que quedarse a vivir en ella... Aquí estoy, sentada a tu lado, haciéndote compañía en estos días raros que acabarán por pasar.
ResponderEliminarNo somos el problema de las circunstancias, los días raros y una misma somos un conjunto... Tú me entiendes, pequeña.
Mil besitos apretados con un gran achuchón lleno de cariño ❤️🤗
Auroratris, si dejas que la tristeza se acomode a tu vera corres el riesgo de no poder echarla después, de no encontrar la manera de cambiar ese estado de ánimo una vez te das cuenta del error.
EliminarYo necesito mi tristeza, no reniego de ella. Hasta te diría que la necesito en mi vida, me hace pensar y me hace comprender muchas cosas, pero sobre todo, me hace canalizar y exteriorizar mis sentimientos. En mi caso, con la escritura. Si no fuese por ella, me lo guardaría todo dentro y eso sería mucho peor.
Te siento cerca, ya lo sabes. Eso es lo único que necesito.
Mil besos, preciosa.
❤
Hola, me llamo Julio David, supongo que se trata de eso, de escuchar y de hacer sentir al otro que es importante. Pero lo queremos todo fácil y rápido y hay cosas que necesitan su tiempo, que se arreglan despacio. Y no lo hacemos con mala fe, al contrario, ojalá pudiésemos evitar el dolor de las personas que amamos… pero así no se consigue. Venga, un abrazo.
ResponderEliminarLo de "soy mi peor enemiga" me suena muy bien, demasiado bien. Hay un círculo vicioso que debemos romper, pero no siempre es fácil. Supongo que sólo hay una forma, y es conseguir darle la vuelta a esos pensamientos. Ya... como si fuera fácil! Pero créeme, siempre hay un hilo del que tirar. El otro día, con lo del incendio en ese edificio de Valencia... pensaba en lo que supone quedarte sin nada, así... de un día para otro o incluso perder la vida, la propia y la de los que más quieres. Andaba yo quejándome de cuestiones domésticas y aquello me hizo sentirme afortunada. Con miedo y mucho pesar, poniéndote en el lugar de todas esas personas, pero al mismo tiempo afortunada. Y bueno, los mil y un desastres, injusticias y dolor que asolan el mundo... y entonces dices, para 4 días que vivimos, no estaremos dandole demasiadas vueltas y no estaremos perdiendo un tiempo precioso para vivirlo, respirarlo y disfrutarlo...
ResponderEliminarA mí me comen los nervios, muchas veces me siento superada... eso sí, siempre que puedo cambio la cama por unas buenas risas con los amigos, música y bailar... bailar hasta el amanecer. Esto de hasta el amanecer, ya no, que me puedo caer a pedazos jeje.
Y sí... esos momentos en los que la tristeza nos evalúa, nos mide, nos tasa y hasta nos ajusticia son inevitables entre las almas sensibles, pero que sean poquitos. No nos hagamos daño. Ocupémosnos en respirar hondo y vivir. VIVIR... qué preciado y efímero regalo... ❤
Galilea, me pasa igual que a ti... cuando me entero de lo que pasa por ahí tengo esos mismos pensamientos... y me siento culpable por tener un mal día... quizá por una tontería o por no saber gestionar mis emociones... pero como dices tú, no es tan fácil... Esos días son tan desproporcionados que me superan, no sé hacer otra cosa que sentirme pequeñita... y no estoy para nadie, esa es la verdad.
EliminarY sé que existen otras posibilidades, pero no hago nada.
Lo de bailar es una vía de escape, siempre me ha ayudado... lo malo es que ahora las resacas son de escándalo... y los domingos no sirvo para nada (con lo que yo he sido... jajaja)
Un besazo enorme.
Ahhh... nooo! El alcohol ya no es una opción. Una copa o dos de vino en la cena y un chupito... no más!! Si no, al día siguiente yo también estoy muerta matá jajaja Qué desastre... 🤣
Eliminar😘😘😘😘
Todos tenemos de esos momentos. La única manera de salir pronto es teniendo a alguien al otro lado, escuchando, o dándote un abrazo. Que tu mente sepa que lo tienes ahí, que puedes contar con él. Besitos amor
ResponderEliminarOscar, tú eres un claro ejemplo de esto. Te abrazo ❤
EliminarCuando esos momentos llegan, sólo debes de soltar, tirarte en una cama y hacer que la noche valga la pena. Sacudir el bronce contra el muro, enredarse en las almohadas y dejar que el fuego lo incinere todo... si sabes de lo que hablo...
ResponderEliminarGustab, o desconectar (el tiempo que sea necesario) para volver a estar bien. Todo pasa. Besos.
EliminarSobrepensar. El laberinto mental.
ResponderEliminarLaura, comenté y veo que no aparecen. Blogger y sus vainas.
Besos.
No sabes cómo te comprendo. Un beso
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