Aceptar los cambios.
Aceptar el paso del tiempo.
Y aceptar, sobre todo, lo rápido que pasa, en algunos momentos.
Rápidos pasan los segundos, los minutos y las horas.
Rápidos pasan los días, las semanas, los meses y los años.
Cuando esperas sentado.
Cuando esperas, esperando.
Y aceptar(se) y no esperar(se)… a que otros decidan, ni en que momento ni en cuanto tiempo el avance debe iniciar(se), esa es, para mí, la demostración más sensata y en primera persona, de crecer(se), madurar(se) y continuar(se).
GAME (L)OVER
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