Camino con mis botas llenas de lluvia intentando mantener un equilibrio que a veces se tambalea aunque yo no quiera.
Fantaseo con la idea de quedarme atrapada en este lugar y de cómo sería mi vida si me quedara aquí para siempre...
Voy sorteando personas, paraguas, charcos... en el barrio en el que duermo hay muchos vagabundos a los que también tienes que ir sorteando para no hacerles daño.
Me recuerda al Born, a sus calles, a su mal olor, los letreros de neón ciegan cualquier vista y la mía no iba a ser menos, con las manos en los bolsillos (una en la cartera y la otra en el móvil) acelero mis pasos porque no las tengo todas conmigo...
Ruido, mucho ruido.
Nunca he sido miedosa quizá me he vuelto precavida.
Busco un lugar donde refugiarme del chaparrón que está cayendo y me doy cuenta que siempre he tenido afición por los antros de mala muerte donde la luz es escasa y dónde creo que nadie me ve por mucho que me miren.
Porque he descubierto que la gente mira pero que no ven nada y sonríen...
Que felices, qué caras más tristes.
Me gustaría saber que hay detrás de esas sonrisas tan apagadas, mientras creo que voy a empezar a romperme pero no me rompo...todavía no. Aún no.
Pero no me engañan, están tristes, están vacíos, están aburridos y es mejor arder que sentir tristeza por dentro y con prisas me levanto pago mi copa y comienzo una carrera de obstáculos hasta el hotel porque incomprensiblemente he empezado a echar de menos una habitación que no conozco pero en la que me encuentro muy a gusto...
En el hotel no se puede fumar... aunque he hecho buenas migas con el recepcionista y me ha dado permiso para fumar en la ventana, aún así he decidido bajar a la calle para que me diera un poco el aire y comprobar si había dejado de llover de una vez por todas.
Enfrente justo del portal hay un bar "fatigas del querer" mientras enciendo un cigarrillo compruebo que salen de él mujeres super bonitas, fuman también, así que mientras me machaco los pulmones me alegro la vista y me río a escondidas de alguna que otra conversación que oigo de refilón mientras observo la vida callejera...
Y entonces sale una mujer.
Una mujer de esas que te pueden enseñar un par de cosas que no sabes y se dirige hacia mí y me pide fuego y yo le doy todo el que tengo.
Y se lo fuma a mi lado, le debo haber dado confianza para hacerlo...
Me enciendo el segundo cigarro por aquello de no dejarla sola y hacerle compañía y por qué me ha salido la vena de caballero andante que creía tener escondida hasta ahora...
Me dice que está tomando algo con unas amigas pero que se está aburriendo y me pregunta que qué hago ahí y le digo que estoy de vacaciones y que necesitaba aire fresco y no respirar limpio porque había bajado a fumar.
Se ha despedido de mí y yo he vuelto a subir a mi habitación.
En la habitación tengo un escritorio de esos antiguos con muchos compartimentos, siempre quise tener uno y nunca me decidí a comprarlo... No sé por qué.
Luz tenue, música, papel y bolígrafo, me siento y empiezo a pensar en esta entrada...
Estoy como quería estar. Bien. Super bien.
Nada me falta.
He vuelto a fumar, esta vez en la ventana.
En los portales se socializan hoy los humos, y en las ventanas los vicios solitarios.
ResponderEliminar¿Has probado a flotar dentro de las botas llenas de agua?
Bss
De barro y luz, pues no lo he probado pero me pongo a ello 🙂 besos
EliminarImpecable crónica llena de instantáneas de las almas fatigadas de tanto querer... y no poder? Pero tú puedes, amiga, tú puedes.
ResponderEliminarPor cierto, que olvido hace rato decirte que cada vez está mejor tu blog de imágenes.
Abrazos grandes para nada fatigados todo lo contrario. Qué gracia tendría que nos fatiguemos del mundo que sabemos es así? Más bien fatiguémonos de la ilusión de creer. Y en eso hallaremos redención.
Más abrazos.
Carlos Perrotti, me está dando para muchas crónicas este viaje, cuando llegue a casa tendré material suficiente para unas cuántas semanas.
EliminarMe alegro que te gusten las fotos del otro blog. Gracias. Un besazo enorme
Bonita lectura para la tarde del sábado.
ResponderEliminarSaludos.
Manuel Díaz, gracias. 🙂 Beso grande
EliminarYo también soy aficionado a los antros de mala muerte.
ResponderEliminarEn ellos baila la verdad.
Toro, te invito a una copa. 🙂 Besos
EliminarInvita a volver a leerlo por segunda vez, y es lo que hago.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Rafael, son muchas ideas así todas juntas...🙂 Besos
EliminarSe ve que tienes cosas que narrar
ResponderEliminarEntre pitillo y pitillo
Besos
Noelplebeyo, si, debería volver a dejarlo... Pero entonces...
Eliminar🙂 Besos
Qué buen relato!
ResponderEliminarEs un placer leerte!
Besos!
Lunaroja, gracias... Beso grande 😙
EliminarMe ha gustado -mucho- como has contado esa tarde noche lluviosa. Esas gentes que miran pero no ven. Que sonríen pero están tristes.
ResponderEliminarSoy aficionado a que el querer me de fatigas, porque el cansancio viene de hacer mucho algo.
Tres en un rato, si que has vuelto, si. seguro hasta que sales a por unas caladitas fuera de cualquier bar cuando estás tomando un quinto.
Esas lluvias que empapan rebajan la posibilidad de patear ciudades (rebajan que no anulan). Yo tengo suerte, normalmente mientras estoy en una ciudad la lluvia se queda en reposo.
Sigue bien. Super bien.
Guille, ayer hubo tregua de lluvia , por fin.
EliminarY lo aproveché al máximo. Hasta salí por la noche jajaja
También salía a fumar de a ratitos ...
🙂 Besos
Me ha encantado tu historia, bonita mía... deja la sensación de bienestar y sonrisa condescendiente instalada en la cara. Me voy agradecida.
ResponderEliminarMil besitos que te lleguen con cariño y muy feliz finde ♥
Auroratris, en serio? Pues me alegra que me digas esto... 🙂 Gracias a ti por verlo así, un beso enorme bonita ♥
EliminarInvitación a estar bajo cubierta ante la lluvia, y ala vez de disfrutar de lo locura de hay en la calle.
ResponderEliminarFumar o no, bueno, es cosa muy personal. Un abrazo y feliz noche
Albada Dos, invitación a protegerse de cualquier chaparrón (sea del tipo que sea) 🙂 besos
EliminarMe encanta tu manera de narrar ese deambular por las calles, las conversaciones de refilón... todo.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Tracy, es que hay mucha vida ahí fuera 😉 besos
EliminarMe ha parecido estar a tu lado según ibas narrando y diciendo lo que observabas…
ResponderEliminarBuenas vistas; esas que hay dentro de ti…
Un abrazo grande, y muy feliz finde, preciosa 💙
Ginebra Blonde, ¿fumas? Te invito a uno. Un beso enorme bonita 🌷♥
EliminarNo fumo, pero me quedo con la invitación; graciass 😉😘
EliminarYo siento una especie de libertad en las habitaciones de hotel que ocupo sola. Tendrá su explicación, seguramente, pero mejor no entro en ella.
ResponderEliminarFatigas del querer... qué buen nombre. Debe llenarse de historias de sonrisas tristes y miradas sin ver...
¿Nos vemos en la zona de fumadores?
Un beso grande.
Qué alegría volver a leerte
Alis, yo creo que toda esa libertad la llevo conmigo. Cuando una está bien, puede llegar a ver grande lo pequeño, luminoso lo oscuro y acogedor lo frío. 🙂
EliminarNos vemos fuera, si. Allí es donde pasan las mejores cosas.
Beso enorme mi niña. ♥
Fumarse los instantes y arder
ResponderEliminarHacer caso a los instintos, a la piel.
Creo que hay quienes podríamos hacer libros diarios de esos instantes.
Beso, Laurita
Sandrita, La noche de ayer fue memorable (la movida) la música te hubiese encantado!!!
EliminarLa resaca de hoy es memorable también jajaja
Beso grande
Un relato muy entretenido y sugerente, tal como el cartel del bar.
ResponderEliminarSe ve que tuviste tiempo para, entre cigarrillo y cigarrillo, explayarte con la imaginación... (esa tan fértil que te gastas jjajajajaja…)
Pero hay un detalle, que conociéndote no doy por "lapsus", que dice: "...y por qué me ha salido la vena de caballero andante que creía tener escondida hasta ahora..."
¿No era una mujer la protagonista?
Claro que la frase puede valer para cualquier género... Viniendo de ti, tan original!!
Abrazos Laura.
Ernesto, claro, la protagonista era una mujer...
EliminarLa vena de caballero me salió a mi...que soy mujer también Jajaja .... 🙂 Besos originales
Puesto que he leído por ahí que haces una degustación de vinos..., cuenta conmigo y con, casi seguro, nuestra buena amiga Alís.
EliminarAbrazo. Chao.
Ernesto, Jajajjaa si, hago eso? Dime donde tengo que ir.... Tengo lagunas de lo que dije o no dije... Pero me apunto a un bombardeo.
Eliminar😊
Laura21/4/19 11:46
EliminarToro, te invito a una copa. 🙂 Besos.
Pero ya estoy yo aquí para recordártelo! jajajajjaja...
Ernesto, de verdad qué yo no sé qué sería de mi sin ti.... jajajaja te pido una también para ti? 🙂 Besos
EliminarMirar hacia adentro es encontrarnos con paisajes dorados y también nublados, me has hecho sentir Laura.
ResponderEliminarAsí es amiga, esa fatiga es muy humana.
Un placer leerte Laura, genial este relato.
Un abrazo.
Carmen Silza, que bueno haberte hecho sentir... Ya me doy por satisfecha! 🙂 Un beso enorme
EliminarUn instante, un lugar, un encuentro, un seguir.
ResponderEliminarBss.
Alfred, se hace camino al andar... 🙂 Besos
EliminarCalle de la Cruz. La de veces que he pasado por delante.
ResponderEliminarSí, ha llovido y las calles se han limpiado.
En esa habitación, tu mundo por un momento, has encontrado tu isla. Y ese escritorio te esperaba, como un recuerdo de algo que te espera, si así lo quieres.
Besos, Laura.
Verónica Calvo, si, esa calle es!!! Aquí estoy disfrutando de todo esto 🙂 un besazo enorme
EliminarMe encantan los escritorios antiguos ♥
ResponderEliminarIkana, ya somos dos!!! 😊
EliminarYo soy también de los que sale a la puerta del hotel a fumar y si hace frío, lo disfruto más aún, en las habitaciones de hotel el calor es aplastante. Me siento tan identificado con este texto que me he visto ahí, apoyado en la pared, contigo, mirando al bar y comentando el ingenio de algunos para poner nombre a sus garitos. Un beso!!
ResponderEliminarFeoMontes, si hubiésemos coincidido aquí...podría decir que el viaje hubiese sido redondo del todo. Estoy segura de que habríamos puesto rectas las paredes y fumado mucho abajo mientras arreglábamos el mundo.
EliminarEn otra ocasión será 🙂 beso enorme
Jajajaja, algún día nos encontraremos, dalo por seguro!!!
EliminarFeoMontes, sería perfecto. Lo sé. <3
EliminarQue bonito sentir el tuyo amiga. Saludos
ResponderEliminarSandra Figueroa, beso grande 🙂
Eliminarhay noches que son viajes intrépidos
ResponderEliminardonde la tristeza se desnuda
y el humo no oculta las miradas
hay noches donde el ritmo lo marcan
dos desconocidos bailando la vida
a cubierto o bajo la lluvia
besitos niña
MaRia, si , así es. Momentos de soledad y momentos de diversión saltando en charcos como críos. Ha habido un poco de todo. Y yo he cargado mis pilas a tope. 🙂 Besos
EliminarQué bueno es eso de estar bien. Me alegro.
ResponderEliminarSaludos
Alasdemariposa, bien. Super bien. 🙂 No te dejes el super... Beso grande
EliminarDoy fe que los andares de pensar a solas, mientras el resto del mundo se precipita, molan mucho. Te hacen ver a la gente y tu alrededor de otra manera.
ResponderEliminarMe ha gustado como lo ibas diciendo, casi he sentido que era yo la que estaba espiandote...ejejej.
Besos
Mukali, si? Ya decía yo que me sentía observada...jajaja a mí me gusta observar (cada día más) e inventarme la vida de la gente, no sé si acertaré o no, pero es de lo más entretenido.
EliminarA veces lo veo tan claro....
🙂 Besos
Siempre hay una salida!
ResponderEliminarVoz en off, y me estoy volviendo una profesional del escapismo. 🙂
EliminarLuminosa bloggera, me iluminas desde hoy. Me gusto mucho esto, fui sacando fotografias instantaneas mentales con cada punto.
ResponderEliminarMatilde, bienvenida a este rincón, puedes pasar por aquí siempre que quieras. Te visito también. Saludos.
EliminarMalasaña? Me encanta el nombre del sitio frente a tu hotel. Me has hecho recordar viajes y sensaciones pasadas en Madrid. Espero que lo disfrutases
ResponderEliminarDesorden, no, estaba justo detrás de Sol. En todo el centro. 🙂 He disfrutado muchísimo, la verdad. 🙂 Beso grande.
EliminarCuánta introspección, cuando se busca el descanso vacacional. Y qué mejor que dejar salir, drenar esas emociones de la vacancia y el ocio, y volver a un placer que se ha dejado porque quizás afecta la salud...Sabes? Para quien escribe, no hay pausa ni en tiempos de vacancia. Escribir nos libera, por eso dijo Freud, el escritor drena sus pulsiones. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, si, ha habido tiempo para la lectura, para escribir, para no hacer nada. Amigos, risas (muchas) y buenas sensaciones.
EliminarY sobre todo, para descansar.. Que es lo que más necesitaba. Pilas cargadas. 😊 Besos
Le he dedicado muchas entradas a los antros... un día te dedico una re-inventada;)
ResponderEliminarHumo, lluvia, y alquitrán que no nos fatiguen del querer.
Besos,Laura.
<3 alquitrán alquitrán tran tran..
EliminarEstoy en ello y sale hoy;)
ResponderEliminarRecién sacadito del horno.
EliminarTe he dicho que me encantas?
Besos
Estás super receptiva.
ResponderEliminarAlgo bueno te va a pasar.
Ya lo verás.
Toro, quedo a la espera sin esperar. :) besos
EliminarEHHHHH. Es como si te estuviera viendo por aquí! :))
ResponderEliminarPat, me hubiese encantado 🙂❤
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