El
tuyo y el mío.
El
tuyo para cambiar la imagen que ahora tengo de ti.
El
mío para aceptar el reflejo que el espejo me muestra de mí.
Y
mientras tanto,
durante
ese tiempo,
entretiempo…
aprender
a convivir con tales sendos golpes de efecto.
Brutal, Laura.
ResponderEliminarMe voy a quedar un rato leyendo tus cosas. Esto promete.
Un beso :)
Bienvenido siempre que quieras. gracias. Saludos.
EliminarSobrio e intimista. El valor del tiempo para construir con solidez.
ResponderEliminarEncantada de llegar a tu blog.
Un abrazo.
un placer tenerte por aquí. :)
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ResponderEliminarIntuyo que el trabajo con hacemos con nuestro propio reflejo facilita el de cambiar la imagen del otro.
Un abrazo
Supongo... si no, menudo plan. :)
EliminarEntretiempo... vital
ResponderEliminardurante. :)
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