Verde
Noche
cerrada volviendo a casa.
Luces y
sonidos invaden el espacio vacío en el que me encuentro.
Intermitencias
por todas partes, hasta en mis latidos.
Llueven
mis ojos y tengo una sensación que me sobrepasa.
Una
falta de oxígeno cuando sé que tengo todo el aire del mundo.
Y de
golpe, sonrío.
Sin que
nadie me mire, sin que nadie me juzgue.
Porque
sí, porque no, porque yo qué sé…
Dándome
cuenta de la fragilidad del momento…
Rojo
Mientras, cambio de un estado de ánimo a
otro sin esfuerzo.
Sin
preguntarme por qué, sin esperar una respuesta que ya sé.
Busco
un lugar donde ponerme más a salvo que en medio de la nada, en medio de todo.
En
tierra de alguien, en tierra de nadie.
Enciendo
un cigarrillo con el que poder ventilarme.
Y que
esta respiración tosca que me asalta cambie de nombre y pase a llamarse ilusión.
No sé
qué hacer con todo esto, ni dónde ponerlo.
Intento
meterlo en algún sitio, cerrarlo al vacío.
Como si
se tratase de un recipiente hermético y con mucho cuidado para que no me estalle todo por los aires.
Estoy
sola ante el
peligro, mi otro yo no sé dónde se ha metido, pero aquí no.
Ámbar
Me
pongo en marcha, sigo con el camino hasta casa, a lo conocido…
Dándome
cuenta de que a partir de este instante ya nada volverá a ser lo mismo, será mejor.
Viajar
fuera para volver dentro.
Viajes al
centro que te sacan del
sitio.
Un particular semáforo con esa variante de dolorido, y al parecer un cambio en el sentido de los colores. Y muy reflexivo además.
ResponderEliminarBesitos dulces y dulce fin de semana.
Dulce, pensé muchas cosas durante el camino de vuelta... (no me gusta nada conducir de noche... 😉)
Eliminarla verdad es que dio mucho de sí...
Besitos dulces.
Volviendo al lugar que nos conoce bien y nos brinda abrigo.
ResponderEliminarUn beso, Laura, tiempo sin venir
Mujer de negro, me alegro de que te hayas pasado por aquí. Eres siempre bienvenida.
EliminarBesos.
Los viajes siempre desequilibran un poco. La cuestión es saber regresar a uno mismo.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García, me encanta viajar y más aún cuando hacerlo te trae tantas cosas buenas... Besos.
EliminarUn semáforo que explique el sentido de la persona según el color . Los viajes al interior de uno mismo pueden causar estragos, porque a veces el camino de regreso no es tan fácil. Un besote cielo.
ResponderEliminarCampirela, un poquito de los tres, porque hubo un poco de todo. Besitos linda.
EliminarToda una retahíla de sensaciones, solapados mientras cambian los colores de un semáforo, símil de los estados de ánimos a las que se enfrenta la prota.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, realmente no hubo un semáforo como tal, si una vuelta de más de 300 km. donde la que iba cambiando de un estado a otro era yo... (que me gusta ser la prota en todo... jajaja)
EliminarBesos.
El semáforo de la vida...
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, mire antes de cruzar... 😉 Besos.
EliminarLeerte es siempre una dulce fascinación, Laura!
ResponderEliminarNaturalmente, siempre nos sentimos más seguros en lugares que conocemos bien. Pero viajar es un impulso irresistible y muchas veces cambia el destino...
Un gran abrazo para ti...
A.S, Sair da sua zona de conforto pode ser um pouco assustador, mas você tem que ser corajoso... Grandes coisas estão esperando por nós lá fora.
EliminarBeijos.
Todo lo que puede suceder en el cambio de luces de un semáforo, para al final decidir avanzar con el preventivo amarillo.
ResponderEliminarBesos.
Sara O Durán, la de cosas que se pueden pensar en unos pocos minutos, ¿verdad?
EliminarEl camino fue más largo, por eso...
Besos.
Prueba un día a saltarte esas luces y obedece a la tuya propia... El semáforo ni lo sabrá ni le importará.;)
ResponderEliminarCabrónidas, mientras luego no llegue una multa de la DGT... jajaja
EliminarBesos.
Cada vez menos ganas de andar viajando.
ResponderEliminarBesos
Erik, pues yo viviría en un viaje constante...
EliminarBesos.
Me pareció ( esta palabra esta bien ( lo he mirado), aunque suena horrible), sin que lo dijeras, una parada en un semáforo, conduciendo el coche en una noche lluviosa, por fuera de los ojos, y por fuera del coche, con la ventanilla abierta 4 dedos, y la luz esa tan intensa por la noche de esos semáforos de leds, tan molesta, que tiñe tu cara del color que toca. Y que has quedado parada, con el coche, en el semáforo, que se ha puesto verde, pero no has arrancado, mientras todo eso pasaba por dentro de la cabeza, y volvía a cambiar de color, y el color de la cara. Y nadie pita, porque no hay más coches, aunque si luces de colores.
ResponderEliminarBesoo, laura
Gabiliante, algo así, sí. No hubo un semáforo en el que parase y en el que sintiera todo esto, fue continuo, por autopista y durante cientos de km... después de pasar un fin de semana mágico. Besos de colores.
EliminarUn viaje casi instantáneo en lo que duran los cambios de luz de un semáforo para realizar un viaje de emociones y sensaciones.
ResponderEliminarMuy bueno,muy original!
Besitos Lau!
Lunaroja, sí, fue un viaje de grandes dimensiones... (al menos internas) Gracias bonica.
EliminarMil besos.
Fascinante.
ResponderEliminarAmparo Puig, muchas gracias, bienvenida a este espacio.
EliminarSaludos.
Instrospectivos versos, muy tuyos y a la vez de alguna manera inéditos... como esa vivencia-sensación que describís...
ResponderEliminarAbrazo siempre feliz de leerte inspirada así...
Carlos Perrotti, y tan inéditos, hacía muchísimo tiempo que no me sentía así (de bien) casi lo tenía olvidado...
EliminarAbrazo inmenso.
Jugar con ese simil y extrapolar su sentido al nuestro. Eres muy ingeniosa, mi niña.
ResponderEliminarMil besitos y mi cariño. Feliz semana ❤️
Auroratris, intento que no sea siempre lo mismo, pero cuando hablas de ti resulta un poco difícil no repetirse. Me alegro que hayas pensado eso al leerme. Gracias preciosa.
EliminarMil besos. 🌹❤
Volver a una misma es una buena decisión, y a partir de ahí....todo puede sucedernos. Confiemos en nosotras mismas, y sigamos.
ResponderEliminarUn beso Laura.
Carmela, después de un año tan duro, confiar en una misma no es tarea sencilla... toca recomponerse (internamente) y afrontar todos los cambios aunque no nos gusten.
EliminarBesitos linda.
Por cierto, ¿cómo estás?
Querida Laura, siempre un placer leerte. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Teresa, me alegra que así sea. Besos.
EliminarLa intermitencia de tu texto, y el juego de luces del que te vales, ya indica por donde vas... O debieras... O te dejas llevar...
ResponderEliminarY lo mismo que el "artilugio" del que te sirves, permite controlar el tráfico, así debiera ser la vida, tuya. O ya es!
¡Intermitente!
No cabe duda que la rutina no es una constante en ti... :)))))))
Abrazos Laura.
Ernesto, hasta el próximo cruce de cables... jajaja
EliminarPues en verdad soy una rutinicas, cuando no es así me vuelvo medio tarumba... 😂
Abrazo grande.
Salir para volver, me pregunto nuestra respuesta a las alertas de la vida, responder rojo a las rojas o responder con el verde. El caso es planteárselo y decidir como todo. Un abrazo y gracias.
ResponderEliminarXan Do Río, supongo que con precaución mejor... en este caso ámbar... que no nos prohíban nada, pero que tampoco sea todo tan fácil... que según mi madre, nadie te regala nada... 😉
EliminarBesos.
Como un parpadeo de emociones ocupando una misma mirada; un mismo corazón; sabiéndose sin saberse exactamente, pero formando parte de esa trepidante y apasionante aventura de la vida con todos y cada uno de sus matices…
ResponderEliminarAcelera, a ratos… Otros, tómatelo con calma… Pero siempre en la carretera (bueno, o sobre la cama, una mesa, la lavadora y se me va la olla, ja, ja, ja)
Un abrazo grande, preciosa 💚❤️🧡
Ginebra Blonde, jajaja me has hecho reír, eso...que se nos vaya la olla a todas, todo el rato a ser posible 😂
EliminarMil besos preciosa 🌹❤
Vigila con el stop.
ResponderEliminarLo demás es fácil.
Besos.
Toro, si... lo sé, la primera vez que cateé fue por un stop. La segunda por un semáforo en rojo. La tercera.... (hasta aquí puedo leer) jajajaja
EliminarBesos.
Hay semáforos que mejor dejar pasar e intentar franquearlos e un paso de cebra..
ResponderEliminarBeso, 💖 preciosa.
La Zarzamora, en medio de la nada, yo ahí solica y desamparada... a oscuras. 😉
EliminarPD. ¡Y qué bien!
Besitos amore.
Un semáforo que explica tu estado de ánimo. Viaja cuanto quieras, siempre con prudencia, lo demás es llevadero.
ResponderEliminarBesos.
Franconetti, si me gustase conducir creo que no tendría problema, pero es que no me gusta. Hablo del coche, con moto es otra historia. Besos.
EliminarUn color para cada situación y estado de ánimo. Saludos. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, si, algo así. Un símil razonable... Un abrazo.
EliminarIntermitencias del disco a la par que los guiños ,las luces, los flases ...de la vida Un abrazo.
ResponderEliminarAlasdemariposa, acompañada, como no, de una perfecta banda sonora original... 😊 Besitos.
EliminarViajar fuera para volver dentro.
ResponderEliminarViajes al centro que te sacan del sitio.
Porque solemos vivir en el ámbar.
Besos, Laura.
Verónica Calvo, con precaución, con mucha precaución... y yo deseando salir de aquí.
EliminarBesos, multicolor.
Pues mira, si viste muchos intermitentes en tu viaje, ni tan mal. Yo suelo tener que adivinar la intención de los conductores porque no usan esas palancas... Besitos amor
ResponderEliminarOscar, no me gusta conducir de noche, no veo ni torta... (aunque de día tampoco es que vea muy bien jajajaja) besitos.
Eliminarluces del amor, tal cual como un semaforo, nada se le puede parecer mas... van una tras otra, variando cada minuto y cada instante. asi es, no hay logica en el amor.
ResponderEliminarGustab, pararse delante y esperar paciente a que cambie de tono. Besos.
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