La línea divisoria la pones tu con la curva de tu boca.
Horizontes cercanos, paralelas en forma… cuerpos equidistantes.
Trazo una línea invisible que intento traspasar a diario.
Sintiendo que me dejo llevar hasta donde me quieras llevar.
Impones el nervio, alteras mis tiempos, desordenas mi independencia interpuesta.
Mi impulsiva soledad quiere que la acompañes, te pide a gritos que llenes sus silencios.
No se si soy consciente, al menos lo intento.
La consciencia esta a solo un paso de la locura.
¿y dime, que significa la palabra cordura?
MIS COSITAS
▼
lunes, 26 de noviembre de 2012
lunes, 12 de noviembre de 2012
Reconozco
Reconozco,
que al verte llegar,
aflora en mi un cosquilleo,
una alegría innata,
un movimiento torpe,
una sonrisa exagerada,
con la que miro a otra parte,
mientras busco tu abrazo alterado,
con el que te invito a que pases,
con el que te invito a quedarte.
Reconozco,
que el abrazo que me das,
me cuesta despegar,
tu pecho del mío así sin más…
sin notar un dolor extremo,
como el de dos pieles pegadas con pegamento,
que se destrozan ensangrentadas al ser separadas.
Distinguir tu olor de ángel del de narciso,
en esa piel que tan bien huele,
es como intentar no mirar,
no respirar,
no tragar…
difícil,
imposible.
demasiado audaz.
Difícil romper los latidos,
de un corazón de cristal,
que cae en picado,
sobre un suelo de colchones,
mientras rebota,
sobre una cuerda tensada corta,
amarrada con alevosía,
a unas arterias espitosas,
que han dejado de coagular…
la sangre que no les pernocta.
Reconozco,
que al hablar de ti se me llena la boca,
que sonrío cuando no toca,
que pienso en ti a todas horas,
que a veces no llega el momento,
que siempre vuela cuando te quedas…
que vuelvo a pensar en ti,
a todas horas,
en si duermes o si despiertas,
en si descansas o en si sueñas,
que quiero y busco la destreza,
con la que dejarte fuera de juego,
sin arbitrio ni reglas…
con el único fin de que levantes bandera
o una simple ceja.
Reconozco,
que paso noches en vela,
esperando tus palabras,
esperando a que aparezcas,
así por sorpresa…
y sorprendida estaré cuando te vea,
incrédula ante esa belleza,
que haces bailar tan coqueta.
Reconozco,
que tengo que despegarme de ti,
en un arranque de cordura que no tengo,
con movimientos esquizofrénicos,
a veces cobardes,
otras violentos,
para no evidenciar demasiado,
lo que ya anda muy claro.
Reconozco,
reconozco…
que al verte llegar,
aflora en mi un cosquilleo,
una alegría innata,
un movimiento torpe,
una sonrisa exagerada,
con la que miro a otra parte,
mientras busco tu abrazo alterado,
con el que te invito a que pases,
con el que te invito a quedarte.
Reconozco,
que el abrazo que me das,
me cuesta despegar,
tu pecho del mío así sin más…
sin notar un dolor extremo,
como el de dos pieles pegadas con pegamento,
que se destrozan ensangrentadas al ser separadas.
Distinguir tu olor de ángel del de narciso,
en esa piel que tan bien huele,
es como intentar no mirar,
no respirar,
no tragar…
difícil,
imposible.
demasiado audaz.
Difícil romper los latidos,
de un corazón de cristal,
que cae en picado,
sobre un suelo de colchones,
mientras rebota,
sobre una cuerda tensada corta,
amarrada con alevosía,
a unas arterias espitosas,
que han dejado de coagular…
la sangre que no les pernocta.
Reconozco,
que al hablar de ti se me llena la boca,
que sonrío cuando no toca,
que pienso en ti a todas horas,
que a veces no llega el momento,
que siempre vuela cuando te quedas…
que vuelvo a pensar en ti,
a todas horas,
en si duermes o si despiertas,
en si descansas o en si sueñas,
que quiero y busco la destreza,
con la que dejarte fuera de juego,
sin arbitrio ni reglas…
con el único fin de que levantes bandera
o una simple ceja.
Reconozco,
que paso noches en vela,
esperando tus palabras,
esperando a que aparezcas,
así por sorpresa…
y sorprendida estaré cuando te vea,
incrédula ante esa belleza,
que haces bailar tan coqueta.
Reconozco,
que tengo que despegarme de ti,
en un arranque de cordura que no tengo,
con movimientos esquizofrénicos,
a veces cobardes,
otras violentos,
para no evidenciar demasiado,
lo que ya anda muy claro.
Reconozco,
reconozco…