Hay un oficio que acaba en ceremonia,
una celebración de culto ante personas,
que agachan la cabeza,
que pecan y después confiesan,
que perjuran al profeta,
mientras cantan sus saetas.
Esa iglesia que viste a la mona de seda,
de blanco a la novia,
y de negro a la tristeza,
mientras adorna con flores sus pasillos,
a cien euros la gran corona…
Penitentes devotos…
que necesitan el visto bueno,
a unirse con alguien y no separarse jamás,
aunque no se den felicidad.
Ilusos que necesitan creer en algo,
porque ese algo lo es todo,
castos,
benditos santos,
fieles,
creyentes…
que se dejan castrar…
sin rechistar…
mientras que el voto de castidad,
se sitúa bajo faldas y alguna que otra sotana,
por la que algunos nos excomulgarían
y otros muchos nos bendecirían.
Y si existe el exorcismo,
con censura incluida,
que entierra a los vivos
y honra a los idos,
¿Porque no puede existir?,
una veneración a quien cada uno quiera,
sin tener que llamarle Dios.
Y no intento profanar,
lo que ya está prostituido,
no rezo, no creo,
no quiero formar parte de lo que considero ridículo.
Pero que yo me mantenga al margen,
parece que a ellos les hace crecer,
lo sé…
Ya no solo en poderosos
y en ricos de la viña del señor,
si no que forman parte del gobierno,
crean sus propias leyes,
tachan de enfermos a los que como yo,
sentimos de manera diferente,
llamémonos homosexuales…
leprosos del siglo XXI,
que merecemos el descenso a los infiernos,
mientras en el cielo toman nespresso…
Pero no hablan de su pederastia…
de sus abusos imperativos,
a lo largo de la historia…
simplemente…
porque no lo consideran tan grave…
Y dictan sobre el aborto,
sin mirar con lupa cada caso,
deberían de criar ellos a aquel niño,
que en una violación fue engendrado…
cuando ríe, cuando llora, cuando mama…
y a la madre le recuerda al desgraciado…
Porque esta claro,
ellos alimentan con cien panes,
a todos los niños que pasan hambre…
que mueren de frío
y necesitan cariño.
Y no critico la devoción,
que cada uno pueda sentir,
(mi madre incluida)
critico la condena a la que me somete,
la mayor de las sectas.
Beneplácito obligado,
a una leyenda que podría ser inventada,
debido a la necesidad que todos tenemos de creer en algo.
Critico que extiendan la mano,
mientras se llenan los bolsillos,
con la poca calderilla que algunos tienen,
para ellos no dejar de ser ricos.
Si dios es amor sobre todas las cosas,
porque ellos van bañados en oro,
cuando hay quienes…
no pueden ni bañarse en agua.
Agua santa no hace falta,
tan solo agua clara.
Y no es que ande falta de fe,
ni de esperanza o de milagros,
creo en mi propio credo
y en mis vicios que a nadie hacen daño.
Sé que es posible execrar,
a partes iguales los dos bandos,
no conceder perdón a unos cuantos,
no nos librará de otros tantos.
Porque en la vida real,
cada uno decide si perdonar,
cada uno ofrece lo que tiene
y compra lo que puede.
Porque no hay baratijas que salgan caras,
ni ofertas que sean regaladas,
pague dos y lleve tres,
pero no robe hermano…
que ya sabe que eso es malo…
A mí que me den la comunión y el santo perdón,
porque pienso seguir pecando,
por los siglos de los siglos…
Que profecía la mía
y que condena la suya…
Ave María purísima…