Hoy podría ser un día cualquiera.
Y de alguna manera lo es.
Para todos, menos para mí.
Hay fechas señaladas sin querer, fechas de esas que marcan, que normalmente olvido… pero que en estos casos, en tu caso, soy incapaz de olvidar.
Están marcadas y son imposibles de borrar.
Hoy, amaneció y anochecerá igual que cada día…
De la misma forma.
Las horas quizá me pasarán lentas, porque las llenaré de memoria, de recuerdos, de algo parecido a melancolía.
Últimamente le doy vueltas a intentar saber que es lo que me pasa.
A veces me asusta esta frialdad.
Aunque frialdad tampoco sé si es la palabra correcta.
Es una mezcla entre conformismo, resignación, aceptación, un no poder cambiar las cosas que dejó de amargarme hace ya mucho tiempo y que ahora, me acecha con preguntas y me ataca a escondidas, cuando no puedo refugiarme en nada ni en nadie, haciéndome sentir calculadora, metódica, insensible y egoísta.Hace un tiempo mi único deseo era poder pasar página.
Ahora tengo la sensación de haber ido tapando con parches algunos de mis males.
No estoy ni bien ni mal, ni mejor ni peor, no apaga mis días, solo los modifica.
Les da otro color, otro sabor, ni dulce ni salado, quizá un poco amargo.
Pero así es como he aprendido a vivir sin ti, empezando de cero un 25 de Agosto… día que también se acerca a mi calendario de fechas tristes a pasos agigantados… así es como he ido conociendo ese lado no tan amable de la vida de la que yo me creía exenta… así es como he podido levantarme y continuar con esto que se llama vida.
Casi dejé de escribirte, nunca de pensarte.
Pasaste de ser lo primero en que pensaba al despertarme… a lo segundo o lo tercero.
Yo no quería pero así fue.
Seguías y sigues con la misma importancia para mí… pero es como si hubieses pasado a un segundo plano.
Supongo que el tiempo hace que todo pase, se cure, se transforme… y da una normalidad a nuestros actos… aún sin nosotros ser muy conscientes de todos ellos.
Como pasa el tiempo de rápido, es aterrador, a veces me parece que fue ayer… y otras en cambio, me asusto al pensar que ya son cuatro los años, que volátiles marcharon.Hoy soplaría las velas contigo, en una tarta imaginaria, repartiríamos los trozos y a ti te daría la mejor parte…
Simplemente porque es tu día.
Porque lo mereces.
Porque hoy serían 37, los besos, las primaveras, las velas…
Hoy te regalaría la vida entera, así como lo hago yo, muy mal envuelta.
Para que no te cueste empezar a usarla.
De buenas a primeras…