No busques poesía tradicional en este blog. Esto es lo más parecido a un poema que soy capaz de escribir.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Mil gracias

Eran otros tiempos, al menos para mi…
En el año 2006, exactamente en estas mismas fechas, inauguré PASACALLES…
Son cuatro los años ya, de este ir y venir por mis calles, de muchas cosas que decir y muchas otras que aún están por escribir, muchas las aventuras y alguna que otra desventura…
Cuatro años dan para mucho y lo que de algún modo empezó siendo un simple desahogo a terminado por convertirse en una terapia que ni el mejor de los psicólogos podría cobrarme.
Ya sois 100 los amigos que andáis conmigo, sin olvidar a todos aquellos que siempre me acompañáis a diario.
Me fascina, que el número de vuestros comentarios supere con creces los tres ceros y que las visitas a este humilde rincón ya supere los cuatro.
Hay algo en todo esto, que me dice que estoy haciendo las cosas bien y sobretodo que me da la fuerza suficiente y la ilusión necesaria para seguir haciéndolo por muchísimo más tiempo.
A todos, de corazón… mil gracias.

The New Raemon / Mil gracias

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La mirada que interesa

Hay una mirada,
una de esas que te hago,
que tu dices que preparo…
y no te niego,
a veces lo hago,
otras en cambio…
natural te observa,
te traspasa y vuelve a mi,
sin apenas pronunciar palabra.
Interesante es que te des cuenta de que intento interesarte.
Y de que intentando interesarnos, no dejemos de mirarnos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Durante la noche

Despierto,
incontables las veces,
durante la noche….
y en todas,
sigues ahí…
dulce y haciendo que duermes,
mientras respiras profundamente
y ni te mueves.

Despierto,
incontables las veces,
durante la noche…
incrédula por tu presencia,
temiendo que te evapores,
abriendo los ojos…
apretándolos fuerte,
obligándome de nuevo a dormir,
mientras se me escapan las sonrisas
y caigo de nuevo rendida.

Despierto,
incontables las veces,
durante la noche…
al robarte una caricia,
tropezando inconsciente con tu cuerpo,
a escondidas,
mientras tu no te das ni cuenta.

Despierto,
incontables las veces,
durante la noche…
me despierta el ruido,
de mis besos en tu nuca,
automáticos,
mi propio monólogo,
contra tu espalda,
mientras tu sigues sin mediar palabra.

Despierto,
incontables las veces,
durante la noche…
para ir comprobando,
que la luz va haciendo el día…
y me enfado al darme cuenta,
que en breve…
cada una, hará su vida…

Si pudiera parar el tiempo
y hacer que nuestras noches,
no tuvieran fin…
Si pudiera mantenernos,
en este equilibrio perfecto,
de líneas rectas,
que odian separarse…

Despierto,
incontables las veces,
durante la noche…
y tu, siempre…
sigues ahí…

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Armadura

No ver tus ojos,
tu mirada,
esa cara,
hace que te eche de menos,
muy de menos…
pero me hace sentir más segura,
dentro de mi armadura.

Armadura fría,
por la que no traspasan ni balas ni espadas,
rebotando en mi fachada color plata,
aquellas dichosas lanzas oxidadas que a veces me clavan,
cuando inocente me pongo el pijama.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Niña imantada

Echaba de menos tu cuerpo y sacié con mis dedos todos los recelos.

Elixir de ausencia, de todos estos días, en los que más de una vez me acordé de ti y no te pude tener, así, desnuda, sobre mi, escondida tras tu mirada, con muecas de gusto y dolor, de inevitable placer.

Haces que me corra como nadie, mientras sigo siendo nadie.

¿Por que volvemos una y otra vez a buscarnos como imanes?

Por que siempre vuelvo a desnudarte con la mirada, siendo lo primero que hago y en lo único en que me dejas pensar, mientras mueves el culo y coqueteas con descaro, sabiendo que juegas a ganar.

Me pones enferma y me recuperas en la cama, a base de friegas que enfrían mi espalda, con tus dedos clavados en mi sien, impidiéndome el vaivén hacia el lugar donde no estas tú.

Idiotas sin común, que se buscan el calor en noches de frío.

Mientras al día siguiente continúan sus vidas, intentando no recordar, sin preguntar porque después de tanta negación, por fin existió la noche, en que no hicieron caso al reloj y despertaron con el mismo sol.

El sexo contigo es tan explícito que después me haces buscar en las demás, lo que solo puedo tener contigo.

Contigo todo es distinto.
La cohesión es infinitamente nuestra, mientras fuera ya no existe mundo.
¿Quién dijo que sin tetas no hay paraíso?

El puro placer se sitúa en tus piernas, mientras yo pierdo la cabeza.
Tu piel erizada,
al paso de mi susurro,
hablándote bajito,
para que apenas puedas oírlo.

Tu cuerpo templado,
me contagia el frío,
ansias de amor,
deseo embrutecido,
cuerpos doloridos de sexo furtivo.

Me pueden las ganas,
participo,
verte así ya te lo dije,
me saca de quicio.
Exaspero mi punto,
ese gran punto.
Ese que hace que baile al ritmo y en un solo sentido.

Te busco desesperadamente, hasta el punto de llegar a encontrarte.

Como en una pelea de titanes.
Donde muerde el menos fuerte
y ruge el más cobarde.

Campo de batalla en forma de cama.
Donde tu, tumbada…
me sonríes…
y yo inconsciente…
me rindo.

Las manos en constante remojo,
el cuerpo en constante desnudo,
la mirada en constante movimiento
y el orgasmo en constante sollozo.

Me has hecho perder los papeles,
de la manera más elocuente,
contigo ya no hay máscaras, no hay disfraz.
Sabes, sé, sabemos, lo que hay.
Y no nos importa.

Me gusta sentirme tan bien…
si…
Me gustas así de bien…

No aprendí, deberías enseñarme.
Contigo aprendo lo innombrable.

Mientras callo y me vendo al diablo.
Mientras tú, pequeño ángel, te rindes ante mi, debilitándote.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Atada

Atada,
de pies y manos,
a tus pies y manos,
encadenada.

Mientras el ruido de cadenas,
se instala en mis adentros,
como esclava obligada
a realizar trabajos forzados,
con zapatos nuevos.

Atada,
a tu mirada,
a tu voz,
a tu risa,
a tu mano,
a tu oído,
que siempre me escuchaba…

Atada al viento,
a ese que pronuncia eco,
desde mi casa hasta la tuya,
con escaso retardo de tiempo.

Atada,
amordazada,
encadenada.

Luchando para escaparme,
solo intento salvarme,
salir y respirar aire,
para acabar volviendo,
con este estúpido síndrome,
de feliz secuestro.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Piel

Desnudas,
no existe ropa en el cuerpo,
ni en la mente,
no existe nada entre tu y yo,
que se interponga entre dientes.


Desnuda tu piel,
infinita piel que te viste,
cubriéndolo todo de forma cruel,
mientras yo te acaricio vilmente
y tu te dejas hacer.

Piel eterna,
piel con dueña,
piel que entregas,
mientras yo despojo también,
mis dos metros de tela.

Piel,
piel,
piel,
adorno excesivo,
complemento perfecto,
a las curvas que te rodean.

Muero de envidia.
Eres pura avaricia.

Constantes giros,
vueltas y más vueltas,
que te llaman al cielo,
sin moverte del suelo.

Con los roces que traes entre manos,
las constantes caricias,
los gemidos al dulce oído,
los besos jugosos
y la mirada perdida…

Dime que esperas de mi,
yo que ahora mismo nada poseo,
más que este orgasmo de infarto…
mientras pongo los ojos en blanco.

No mires, no me veas así…
sudada, desorientada,
con esta respiración extraña,
que no vuelve a su ritmo,
descontrolada.

Ven, bésame,
dame un poco de ternura.
Si, un poco más
y volvamos a empezar.

¿Y no me preguntes por qué?
Ya sabes porqué.

Y aprovechemos esta noche,
noche en la que no existe tiempo.
Donde no vale decir…
te eché de menos
y ni siquiera un te quiero.

Mientras nos miramos,
perdonándonos la vida,
mirada que solo tú entiendes,
mirada que solo yo callo,
mientras te busco de nuevo
en el más absoluto silencio.

Piel,
piel,
piel,
aún después de tanto tiempo.
Contigo siempre piel.

domingo, 28 de noviembre de 2010

A escondidas

Quiero alejarte.
Quiero que te vayas porque yo no puedo echarte.
Quiero olvidarte sin dejar de recordarte.

Estoy envasando mi vacío en un pequeño bote de cristal, casi dejando de respirar.
Es agobiante a la vez que asfixiante.
Impongo el nervio, altero mi tiempo, desordeno mi independencia.
Mi impulsiva soledad necesita de tu compañía, te pide a gritos que llenes el silencio.

Te regalé mi alma, con tal de no verla más.
Me vendí al diablo al buscar calor en otros brazos.
Mientras sigo extrañando los tuyos.

Hoy me gustaría quererte mucho.
Para mañana odiarte un poco menos.
Amor y odio que en mi caso,
van juntos y de la mano.

No puedo odiar lo que he llegado a amar.
No puedo.

Disfrazo la pena, la rabia y el dolor,
con la máscara doliente del odio.
Mientras sigo gritando en público y silenciando en privado,
que no hay amor sin desamor,
ni desamor sin decepción.

Como una droga barata que acaba saliendo cara,
es tu voz en mi silencio.
Igual adictiva, igual necesitada.

Te tenía tan al alcance que me dio miedo.
Miedo a no saber parar el bucle, producido por tu ausencia,
miedo a una posible obsesión resultante de mi divina imaginación.
Sin tu saberlo, sin yo quererlo.
A escondidas las dos.

Y conseguí lo que quería, romper la fina línea que nos mantenía unidas.

El desconocimiento nos da descanso, hace que duelan menos los pasos dados hacia el olvido.
Mientras con goma de borrar, voy borrando poco a poco los recuerdos y todo lo que has dejado aquí conmigo, olvidado.

Es fácil, es sencillo, me digo.
Aunque no me creo.
Pero lo intento.

He podido romper los lazos pero no los nudos.
No todo puede ser tan fácil, como darle a una cruz y tacharte.

No, no puede serlo, quiero creer que no debe serlo.
Desconfiaría de mi misma si lograse hacerlo, en tan poco tiempo.

Porque me siento segura del sentimiento, de lo que siento.
Aquel que a duras penas alza la voz, pero que ocupa todo mi centro.

Fiel siempre a mis creencias, a mis deseos, a los sueños que me invento, fiel siempre a mis contadas palabras gritadas en voz baja.
Fiel siempre a la promesa de querer de esta manera.

Y aunque debería aprender a decir en alto lo que vengo sintiendo, es aquí, a solas con mi yo, donde encuentro las sinceras palabras que me dicen como estoy.

Pese a quien pese.
Caiga quien caiga.
Cueste lo que cueste.

Como si tu no leyeses, en un ratito, todo lo que a mi me esta costando un mundo.
Como si tratase de engañarte al decirte que no espero robarte un suspiro entre líneas o una sonrisa desconocida.

Que manera más tonta la mía, intentar ablandarte el corazón con simples palabras.
Mientras el mío se va endureciendo un poquito más cada día…
Que gran tontería la mía…
Que anda siempre de puntillas y a escondidas.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Vendo

Vendo la insoportable levedad del ser cuando no sabe que hacer.

Vendo las preguntas que no llevan a qué y vendo las respuestas que no sirven de qué.

Vendo las ganas, el cansancio, la indecisión, las dudas y las metáforas.

Vendo la desilusión.

Cuando nadie me oye, vendo hasta mi voz.

Vendo la tristeza, las lágrimas, el mal sueño y las malas caras.

Vendo la rutina, las obligaciones, el aburrimiento, el querer y no poder y de paso también vendo, el querer y no saber.

Vendo los sueños que no se cumplen y los que se olvidan al despertar.

Vendo los envases del vacío, los remiendos del castigo y los insultos desmentidos.

Vendo las verdades a medias y las mentiras enteras.
Vendo las mentiras que son dichas de verdad

Vendo lo infame, las calumnias, los reproches y el descaro.

Vendo el silencio y las palabras atropelladas.

Vendo la soledad del alma, vendo el olvido, el extravío, las pocas ganas y las promesas aceleradas.

Vendo el desastre, el caos y el suicidio.
Vendo la ira, la cólera y el miedo.
Vendo la farsa, la comedia y el drama.
Vendo la queja, la inseguridad y el egoísmo.
Vendo el des-alivio, la fatiga y la ansiedad.
Vendo la incongruencia, la desfachatez y el pasotismo.
Vendo el desazón, la penuria, la enfermedad y el dramatismo.

Vendo el cerebro cuando no hay nada dentro.

Vendo la pereza, la rutina, la cotidianidad y vendo la obligación cuando es interpuesta.

Vendo extrañar a alguien, el paso del tiempo y como este nos hace cambiar.

Vendo a peso las cosas que pesan, las que cargan espaldas y duelen auras.

Vendo el hambre, la guerra y las armas.
Vendo las normas, las palmaditas y las mascaras.

Vendo los despidos y las despedidas.
Vendo los retales de una vida que ya he vivido.

Vendo la tristeza del que se siente ignorado, el mal humor del malhumorado y la autoestima del despechado.

Vendo la infidelidad del que no sabe decir que no y vendo también las justificaciones del posterior.

Vendo la mirada triste, la de dolor, la que te busca entre la gente y te hace sentir culpable aún sin razón.

Vendo lo invendible.
Aún sabiendo que a nadie le debería interesar.

martes, 23 de noviembre de 2010

Tormentas

Me llaman valiente y no me siento más que cobarde.
Agacho la cabeza y la escondo entre mis alas.
Como quien huye de una tormenta anunciada.

Hace frío, debería quedarme en casa.
Pero necesito estirar los brazos, las piernas, las ganas….

Romper con todo para empezar de nuevo.
Construir, re-construir , lo que queda de mi.

Volver a levantar los pilares que sustenten mis andares.

Empezar de cero, si… suena tan bien.
Volver a ser la de casa, la de siempre…

Amanece más temprano y los días se me hacen muy largos.
Y de noche, efímero es mi sueño.
Amanezco diferente, eso es lo más cierto.

Pero sé que todo volverá a su original.
Tiempo. Tiempo. Tiempo.
Jodido y puto tiempo.
Que me aplasta la cabeza.
Y me ahoga el momento.

Ahora ya soy consciente de todo, de lo bueno y de lo malo.
Ya no pongo en duda el amor, tu amor.
Lo intentamos y no pudo ser.
Eso es lo más triste de todo.
Intentar y fracasar.
Aunque prefiero eso a ni siquiera intentarlo….
O pensar en si quizá…

Que vacío siento.
Que inmenso vacío.

Ante mi el abismo, que provoca tu ausencia.
Repitiendo el eco de mis deseos.
Que retumban en mis huecos.
Malditos recovecos.
Una y otra vez, una y otra vez…

En un acto pacifista ante la visión del final de la guerra.

Ayer no podía olvidarte, hoy tampoco y mañana mucho menos…
Debo encontrar el día para hacerlo…
Poco a poco… como todo.

Y quiero hacerlo en la forma en que lo hago todo.
Escribiendo.

Olvidar tus besos, olvidar esa forma en la que me mirabas…
Como solo tú sabias hacerlo…

Yo me encargaré de paliar conmigo.
Y vencer mis propios miedos.

Lo más lejos a tu lado.
Lo más cerca en tu recuerdo.

Porque necesito sentirte cerca.
Siempre cerca.

Estamos a un solo paso de tenernos siempre.
Solo debemos intentarlo.

McEnroe / Tormentas

sábado, 20 de noviembre de 2010

Silencio

Como entender tu silencio.
Ese silencio.
Mordaza invisible que ahoga tu boca,
haciéndote inservible.
Insensible.

Como entender tu inaccesible.
Transparente y opaco.
Rebotando en la fachada,
de tus cuatro paredes.

Como entender,
tus monosílabos,
susurros acelerados,
que no explican nada.

Como entender,
tu mirada ensimismada,
que es capaz de decir todo,
pero no dice nada.

NADA.

Que finge lo que no habla,
no expresa,
no transmite,
se convierte en vaga.

¿Que eras?
¿En que te has convertido?
falsa,
más que falsa,
no mereces mi castigo.

Se acabó,
se acabó el sufrir en vano.
Que la vida te sonría,
sin rencor,
sin avaricia.

Ausentaré la vida,
la presencia,
el estúpido recuerdo,
de reintentar ser alguien.

Banal esfuerzo,
obsoleto,
de grandes historias,
que se convierten en limosna.

Inservibles,
olvidadas,
desechadas.

Miserias de amor.
De historias que fueron
y
dejaron de serlo.

De la noche a la mañana.
Del amor al odio.
Existe un solo paso.
¿Lo damos?

¿Que tuvo de cierto?
¿tuvo algo?
Hoy dudo.

Dudo tanto…

lunes, 15 de noviembre de 2010

El fin de la resistencia

Me has enseñado tanto, que mis gracias son infinitas y en bucle vuelven a mi boca una y otra vez para ser habladas en voz baja.

Me has enseñado, una vez terminado, que debo aprender a racionalizar mi entrega, porque a fuerza de costumbres pierden su valor e incluso pueden llegar a ni ser vistas.

Me has enseñado que las palabras que no son dichas, se pudren.
Y las dichas sin sentirlas, no se olvidan... al menos por quien las escucha.

Me enseñaste también, a que no debo justificar las carencias, por triste que parezca, quien las tiene las posee y quien las recibe se las adueña.

Que las dudas las siembran quienes no las recogen.

Que la pasión y el romanticismo son la base y cuando no la hay, todo se vuelve superficial.

Que un beso ardiente puede ser mejor que un polvo frío.

Que la distancia en kilómetros es más corta que la longitud de un suspiro.

Que la falta de decisión y la cobardía a la hora de hablar, hunde a quien lucha por la palabra...

Que una señal de alerta, no necesariamente tiene por qué hacer ruido.

Que no se puede pasar página cuando no existe libro entre las manos.

Que saber querer es todo un lujo para quien puede hacerlo... y un espectáculo para quien lo recibe.

Que no sé qué es más triste si no saber demostrar cariño o no saber recibirlo.

Que no ama más aquel que se deja querer, si no el que sabe devolver.

Que el empeño y las ganas hacen al más torpe, un poco más gracioso a la vez que menos vago.

Que cuando se quiere aprender algo, se puede encontrar a la persona que te lo pueda enseñar.

Que algunas miradas no hablan y que algunas bocas estarían mejor calladas.

Que tenemos que tener ojo y saber de quien nos rodeamos porque por desgracia, nos podemos acabar pareciendo a ellos.

Que la vida puede ser muy divertida, pero habrá temporadas que podrán ser aburridas.

Que cada uno mira para si y a la hora de la verdad, muchos dan la espalda.

Que el estado de ánimo es más importante que en qué estás pensando.


Soy consciente que hoy mis palabras pueden hacer mucho daño, que toda esta verborrea escupida por mi boca es el resultado de toda mi impotencia.

Pero es que hoy, si en un descuido me muerdo… me enveneno y muero.

Mi excusa es que estoy cansada de este tipo de historias sin sentido, del hoy te quiero mucho y mañana ya te olvido.

De fingidos y falsas promesas.

Si, estoy cansada, agotada.

Los sentimientos nunca deben oler a mierda.

Pero también soy consciente de que siempre necesito hablar, tarde o temprano la puta escritora tiene que reventar.

Quizá lo estoy pagando con el más débil.
Quizá.

Pero todo aquello que no dije, conmigo no morirá.
Lo digo esta vez y ya.

Me irrita y no sabes cuanto, el seguir queriéndote tanto.
Que te quise y que lo seguiré haciendo.
Aunque suene triste.

“Quizá te estoy mintiendo,
resulta que no puedo aceptar,
que aún te eche de menos y que este menos vaya aún a más.”

Pero es así, te echo en falta.
Y no te lo repetiré jamás.

Tenía mucho por decirte, mucho más por darte.
Pero todo quedará en silencio.
Guardado.
También sé, que recibí de tu parte, todo lo mejor que supiste darme.

Que nadie me diga lo gilipollas que soy, ya me lo digo yo.
GILIPOLLAS con mayúsculas.
Si señor.

Un paso por delante voy de todo lo que me puedan decir.
Pero presto atención.
Y agacho la mirada al darme cuenta, de que lo que piensa el mundo y lo que pienso yo, va en la misma dirección.

Quisiera poder dormir, quisiera poder olvidarme.
Necesito sacarte de esta cabeza, de este corazón.
Necesito dejar de mentirme a mi misma y aceptar mi derrota.
Y despojarme de la vergüenza que en el baremo de mi estupidez, se ha situado en la cota más alta.

Ridícula calamidad que me ahoga.
Mientras intento mantenerme a flote, cueste lo que cueste.

Empezar a hacer un recuento de todo aquello que me llevo, mientras suma y sigue la vida.
Que la única resta que exista, sea la de la importancia ante las cosas que no importan.
Y que las dudas sean para quienes soporten su asfixia.

Tengo que sacarte.
Tengo que olvidarte.
Dejar de pensarte.
De amarte.
Tengo que dejar de sufrirme y dar un paso adelante.
Tengo que hacer tantas cosas que no hago…
Que no se por donde empezar ni por donde acabar.

“Que empiece el viaje ya…
infinita ingenuidad,
ilusión centesimal,
me creía tan capaz,
con mi cápsula de albal,
mi torpeza fue total,
de tan grande es demencial,
no detecto una señal,
nunca encontraré el lugar…
donde al fin me entienda.“





The New Raemon / El fin de la resistencia







jueves, 11 de noviembre de 2010

Segundo asalto


Love of lesbian / Segundo asalto

Necesitaba ser dueña y señora, de un "yoismo" en toda regla.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Buenas noches...

Despierto cada día, con la sensación de que hoy será el día…
Duermo cada noche, con la sensación de una derrota, de una batalla perdida…

En la cama, lugar que siempre me recuerda a ti, busco la postura cómoda que me haga dormir.

Palabras y más palabras que me acercan cada día más a ti.

En mi cabeza no existe otra cosa, eres primer y último pensamiento.

Tapando y destapando mis neuronas, protegiendo mis sentidos cuando pasan del calor al frío.

Me pasé toda la noche hablándote en voz alta, para ver si me escuchabas.
Deduzco que en la distancia, no escuchaste mis huecas palabras.

Y en este insomnio repentino, que me hace balancearme sobre la cama, no hago mas que imaginarte en ese lado que ya te adueñaste y que anda frío buscándote.

Imagino tus formas convertidas en palabras.
Imagino tus palabras dándonos forma.
Imagino ese próximo encuentro.
Esa posible mirada.
Ese dulce beso.

Imaginando paso la noche, sueños dentro de sueños que me hacen soñar despierta, mientras desperezo lo que queda de mi pereza y saco a flote la poco energía que queda.

El café en una gran taza, pequeños sorbos, legañas…
No he dejado de pensar en ti desde esta madrugada...
no quiero dejar de pensar en ti durante lo que me quede de día...

Clara, directa, sencilla.
Buenos días.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Debes saber...

Me descubrí tranquila con mi manera de amarte.
Porque no quería y ahora no puedo olvidarte.

Tienes que saber, debes saber, tienes que entender...
que ahora ya no puedo estar sin ti.

Con la visión de que no debo hacer otra cosa más que amarte
Con la certeza de que no puedo hacer otra cosa más que amarte.
Con la afirmación aplastante de que no quiero hacer otra cosa más que amarte.

Que no quede nada por hacer...
Que no quede nada por decir....
Que no quede nada por sentir...

jueves, 28 de octubre de 2010

Como decirte...

Perdón por querer siempre un beso más.
Una caricia más.
Una sonrisa más.
Una gracia más.
Un suspiro más.
Uno más de todo, de lo que tú me quieras dar.

Perdón por querer decirte siempre algo más.
Quedarme a veces sin palabras ya…
¿Como podría decirte y que resultara original…
lo mucho que te quiero…
lo mucho que te amo…
y que el futuro lo veo tan sólo a tu lado…?

¿Cómo?

.

domingo, 24 de octubre de 2010

Tic, tac, tic, tac...

Tic, tac, tic, tac…

Reloj incesante, incansable… que arrastra los segundos, los minutos, las horas… hasta cada nuevo amanecer…
Y yo, hoy, amanezco sin ti…
Sin tu cuerpo en mi cama, sin tu pelo en mi cara, sin tus piernas entrelazadas, sin tu espalda en mi aliento que te busca para darte un beso…

Estoy al frente y de frente, sin trinchera donde esconderme … blanco de diana que al pecho me disparas… yo herida me levanto de nuevo, para ponerme una y otra vez en tu punto de mira… caeré y me levantaré aunque me dispares mil veces… quiero ser la presa que alces como trofeo, cuando acabe esta guerra y claves en mi tu bandera.

Tic, Tac, tic, tac…

Guerra de palabras, guerra de sueños, guerra de sentimientos que me deshidratan ante la falta de un oasis donde beber… quiero beberme la sed que me das en cada despertar… desayunos faltos de besos y llenos de sueño…también de sueños que se van paseando ante mis ojos hinchados y que voy adivinando poco a poco… mientras voy matando mi sed con un simple café…

¿Como puede ser que te eche de menos cuando aún no te has ido?.
¿cuando aún no has venido…?.
¿como puedo echar de menos lo que aún no he tenido?.

Tic, tac, tic, tac…

Escucha el sonido de las gotas… plic, plac, plic, plac…
Las gotas de dentro, del sudor que me provocas… insonoras resbalan sobre tu cuerpo, sobre una cama que acaba empapada… como si trasladada a la intemperie… absorbiera toda el agua…

Tic, tac, tic, tac….
Tiempo que me da vida y que también me la quita…

El tiempo se convierte en aliado o en mi ladrón más odiado…todo depende…
Porque me quita y me resta las horas del día, hasta que de nuevo entras en mi vida…

Entra… quiero cerrar la puerta… quiero encerrarme contigo infinitas horas… acorralarnos en un metro y medio de espacio… y arañarnos la existencia con telas de seda…

Creo que nunca sentí tanta pasión, tanto deseo, tantas ganas de hacerlo…

¿Como puedes hacerme sentir así…?

Tic, Tac, tic, Tac…

viernes, 15 de octubre de 2010

Ayer, hoy, siempre

Escribo, vuelven las letras.
Que mudas silenciosas siguen siendo pensadas, pero no habladas.
Por esta mente que a veces me traiciona… por esta parte racional que a veces me agobia…
Entender que esta pasando algo, vidas paralelas que por fin se juntan…
Saber que después de la tormenta siempre viene la calma.

Tus ojos.
Tu boca.
Mi triángulo de las Bermudas.

Mi círculo cerrado….
El pez que se muerde la cola….

Tu boca.
Tus besos…
Bucle infinito.

Me siento indefensa, porque simplemente, me dejas sin defensas… hasta el muro más alto puede caer cuando te acercas.

Ideas, letras, palabras… que me traen hasta donde estoy, ante este espejo en el que reflejo lo que siento.
Tiembla mi barbilla, brillan mis ojos, no quiero llorar pero lloro.

Es duro darse cuenta de esas pequeñas cosas, de creerte algo y al momento nada, de transformar una vida en otra, de no perderse por el camino, de sentirse siempre motivada, de querer ser siempre niña y de golpe tener que ser gran mujer…
De tener la cabeza llena de dudas, de miedos, de fantasmas, que me hablan susurrando durante esas horas que parecen eternas, que no acaban… que no cesan.
Quizá debería hipnotizarme para olvidar, para no seguir igual… poder cambiar.
Pero entonces mi vida, dejaría de ser mi vida…
He aprendido a vivirla…
Así tal cual vino, la vivo.

A veces oigo mi voz interna con voz desagradable, con tono sarcástico, irónica ante palabras, gestos, promesas que no se si podrán cumplirse…

¿Hay alguien que me pueda decir que hacer?
¿Alguien que me pueda hacer sentir en calma?
¿Alguien que me abrace y me diga que todo va a salir bien?

Si, lo hay.
Existe ese alguien y ese alguien eres tú.
Sólo tú.

Haces fácil mi dificultad.
Fácil.
Difícil.
Que ambigüedad.

Difícil por el momento, este momento que estoy viviendo en esta que es mi vida y que a veces me parece injusta.
Fácil porque tu alisas mi camino lleno de baches y grandes montañas.
Ambiguo porque parezco no tener claro un punto fijo.
Y lo tengo.
Un punto fijo, un punto de partida.
Sé de dónde salgo y sé a dónde vuelvo.
Y siempre vuelvo.
A TI.
Adoro como eres y estás y como me dejas ser y estar a mi.
Como me desnudas de cuerpo y alma.

Dicen que la distancia es el olvido y van pasando las horas, los días… quizás se va haciendo más grande el recuerdo pero más lejano el deseo…
Puede ser que me obligue a mi misma a hacer cosas que quizás no me apetecen, pero creo que esta es la única manera en la que a fuerza de costumbres romperé con unos lazos que hace tiempo se enredaron y cuyo nudo es imposible soltar.

Sé que ayer pude extrañarte, pero sé que ayer entendiste muchas cosas.
Y sé, desde ayer, lo mucho que me quieres.
Llorar sienta tan bien… aunque rasgue por dentro…

Me hiciste sentirme única…
Y única me sigo sintiendo.
Y me siguen temblando las piernas, cada vez que te veo.
Me haces tanto bien…

Gracias por cuidarme, por escucharme, por besarme, por darme ese abrazo cuando más lo necesitaba, gracias por llorarme y por reírme en cuestión de tan solo unos segundos.
Gracias por estar, por ser, por querer…
Gracias por estos seis meses.
Gracias por tanto amor.

lunes, 11 de octubre de 2010

A veces se me olvida...

A veces se me olvida…
Que somos dos y te convierto en una.
A veces se me olvida…
Que debemos irnos juntas y no te espero por impaciente.
A veces se me olvida…
Como te pensé en el pasado y como te pienso en mi presente.
A veces se me olvida…
Decirte lo que siento y los piropos se me empiezan a quedar cortos.
A veces se me olvida…
El sonido de tus besos y voy cazando el ruido de su rastro.
A veces se me olvida…
Que eres toda una mujer y te hablo como a una niña.
A veces se me olvida…
De que esta hecho el tiempo y voy perdiéndolo.
A veces se me olvida…
Preguntarte si te gusta tu vida.
A veces se me olvida…
Que la vida contigo es mucho más vida.
A veces se me olvida…
Que soy un autentico desastre y me creo única.
A veces se me olvida…
Decirte lo feliz que me haces y tan solo puedo dedicarte sonrisas.
A veces se me olvida…
El dolor, porque tu lo transformas en amor.
A veces se me olvida…
El propio olvido.


Pero nunca olvido…
Que eres un regalo.
Eso no, eso nunca lo olvido.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Hedonista

Hedonista soy, contigo, para ti.
Me adueño de la doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida.
Tal vez, podrían llamarme egoísta.
También lo sería, contigo, para ti.
Orgullosa.
Apenas me importaría, apoderarme de ese ego con tal de sentirte de nuevo.

¿Quién soy yo? Para negarme lo contrario.

Cuando lo único que busco en esta vida es sentirme bien conmigo misma.
Estando bien, me saco partido.
Y no me siento avariciosa, ni dosifico todo aquello que persigo.

Hedonista soy, si tengo algo que beber,
algo que me quite la sed… y te ofrezco el primer sorbo…
Sabe diferente después de tus morros.

Hedonista soy, si busco primero tu placer, antes que el mío.
Quizá sin querer o quizá sin pensar, no sé, vete a saber…
Tu suspiro, ese gemido al oído, a veces incontrolable, a veces precoz, a veces dilatador… me otorga el placer absoluto antes que a ti misma.

Hedonista soy, si lleno tu boca de manjares…
si te doy a probar exquisiteces que hagan salivar tus glándulas,
que el deleite te haga gulosa de querer probar mil cosas.

Hedonista soy, si busco a tientas tu abrazo cuando vamos a dormir, si pierdo el equilibrio mientras me rodeas y empiezo a soñar antes de cuenta.

Hedonista soy, si abarco con mis brazos tu cuerpo, mientras beso incontables las veces, tu nuca desnuda, que descansa en mi boca… y concilio el sueño, una vez alcanzada tu respiración profunda a la vez que silenciosa.

Hedonista soy, si.
Por sentir que tu eres un todo.
Ese absoluto que yo también siempre he buscado.

Mi solución.
Mi infinito.
Mi inspiración.

Esa responsabilidad que asumida, se muestra orgullosa.
En un mundo que se nos queda pequeño,
mientras encontramos otro en el que caber.

Mientras tanto, mientras lo encontramos…
Hedonista seguiré, por donde vayas.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Blog de imagenes

Un pequeño espacio donde quizá no es necesario hablar.
Con momentos, vivencias, recuerdos, mensajes o abstractos...
Lo que veo a través del objetivo, en silencio.
Y en silencio, deseo compartirlo.

Bienvenid@s.

http://www.descalzandoelalma.blogspot.com/

martes, 24 de agosto de 2010

Alba

Exhalo suspiros,
silenciosos,
Mientras tu calmas mi infortuna.
Llegaste de la nada,
a ocupar un todo.

No quería sentir.
Y siento.
No quería pensarte.
Y pienso.
No quería extrañarte.
Y extraño.
No quería necesitarte.
Y necesito.

Nada quería.
Eso parecía.
Eso me decía.
Eso me convencía.

Intentaba negarme cualquier tipo de sentimiento.
Y ahora me doy cuenta, que cualquier tipo de negación carece del más mínimo sentido.

Nunca tuve miedo.
Sigo sin tenerlo.
Nunca quise explicaciones.
Sigo sin quererlas.
Nunca quise etiquetas.
Sigo sin ponerlas.

Costó entender la transparencia.
Costó sentirse bien con ella.
La paciencia nos dio ánimos,
quizá también alas.
Recuperando al compás,
la ilusión fracasada.
Recomponiendo y pegando de nuevo,
los mil y un trozos que desgarrados,
se esparcían por el suelo.

Con paciencia,
con esmero,
aposté por ti,
convencida,
sabía…
que contigo,
ganaría.

Yo que casi siempre me equivoco,
que vivo la mayoría de mis días,
en una realidad paralela,
sintiéndome cursi princesa,
en mi cuento inaudito,
sin vestidos,
recogiendo ciruelas del manzano,
en una carroza destartalada,
que nunca se convierte en otra cosa
y casi siempre descalza por no poder encontrar
aquel zapatito de cristal,
que pueda encajar en este gran pie que me hace andar.

Siempre quise ser grande.
Sin dejar de ser pequeña.

Siempre quise encontrar,
lo que hoy, tu me das.

No quiero un conmigo que sea sin ti.
Ni un sin ti que sea conmigo.
Me acostumbraste…
Me ilusionaste…
Me enamoraste…

Me siento tan feliz..
me felizitaste

miércoles, 28 de julio de 2010

Lucha de gigantes

Debilidad.
Síndromes.
Estado catatónico.
Catarsis.
Atracción…
Hace rato que no me besas, un mundo que no nos amamos…
Es que el mundo se reduce a unos minutos…
¿no lo entiendes?
Bárbara la tragedia.
Mi grito de guerra.
Lucha continua.
Sudando pieles, que resbalan.
Un beso aquí, un beso allá.
Ya sabes donde van las manos.
Únete a mi.
Mírame.
Seducción.
¿Puedo venir?
Allí voy.

miércoles, 7 de julio de 2010

Aquella mirada

Hubo algo en aquella mirada…
Algo que me hizo levitar un palmo sobre el suelo…
Como flotando sobre el mar… pisando el agua sin hundirme aún dejando caer el peso…
Aquella mirada fue diferente…
Sentí como una desnudez innata, un tacto entre pieles que ni siquiera se rozaban...
Semidesnuda ante tus ojos, dejé caer las pestañas…
Aquella mirada fue mágica…
Mirándonos, sin decirnos nada…
Las palabras se tornaron mudas, calladas…
Dialectos dispares exentos de entendimiento.
Que solo los entienden quienes quieren entenderlos.
Aquella mirada fue única…
Tuvo brillo, destellos de luz.
Parpadeo incesante…
Vislumbres tenues…
Frente a frente, a tan solo un par de palmos…
Espacios diáfanos…
Aire acotado que quiere ser inspirado… para después ser expulsado.
Suspiros de gracia.
Susurros afables entre dientes…
Benevolencia extrema.
Sin firma previa.
Aquella mirada fue especial…
Delicada, dulce, devota…
Pasional, fiable, cariñosa…
Indeleble ante el olvido…
De un olvido que no quiere olvidar.
Una sonrisa final.
Colofón al sentimiento.
Aquella mirada tuvo algo que por mas que lo intento…
No soy capaz de explicarlo.

miércoles, 30 de junio de 2010

30.06

Hoy podría ser un día cualquiera.
Y de alguna manera lo es.
Para todos, menos para mí.
Hay fechas señaladas sin querer, fechas de esas que marcan, que normalmente olvido… pero que en estos casos, en tu caso, soy incapaz de olvidar.
Están marcadas y son imposibles de borrar.
Hoy, amaneció y anochecerá igual que cada día…
De la misma forma.
Las horas quizá me pasarán lentas, porque las llenaré de memoria, de recuerdos, de algo parecido a melancolía.
Últimamente le doy vueltas a intentar saber que es lo que me pasa.
A veces me asusta esta frialdad.
Aunque frialdad tampoco sé si es la palabra correcta.
Es una mezcla entre conformismo, resignación, aceptación, un no poder cambiar las cosas que dejó de amargarme hace ya mucho tiempo y que ahora, me acecha con preguntas y me ataca a escondidas, cuando no puedo refugiarme en nada ni en nadie, haciéndome sentir calculadora, metódica, insensible y egoísta.
Hace un tiempo mi único deseo era poder pasar página.
Ahora tengo la sensación de haber ido tapando con parches algunos de mis males.
No estoy ni bien ni mal, ni mejor ni peor, no apaga mis días, solo los modifica.
Les da otro color, otro sabor, ni dulce ni salado, quizá un poco amargo.
Pero así es como he aprendido a vivir sin ti, empezando de cero un 25 de Agosto… día que también se acerca a mi calendario de fechas tristes a pasos agigantados… así es como he ido conociendo ese lado no tan amable de la vida de la que yo me creía exenta… así es como he podido levantarme y continuar con esto que se llama vida.
Casi dejé de escribirte, nunca de pensarte.
Pasaste de ser lo primero en que pensaba al despertarme… a lo segundo o lo tercero.
Yo no quería pero así fue.
Seguías y sigues con la misma importancia para mí… pero es como si hubieses pasado a un segundo plano.
Supongo que el tiempo hace que todo pase, se cure, se transforme… y da una normalidad a nuestros actos… aún sin nosotros ser muy conscientes de todos ellos.
Como pasa el tiempo de rápido, es aterrador, a veces me parece que fue ayer… y otras en cambio, me asusto al pensar que ya son cuatro los años, que volátiles marcharon.
Hoy soplaría las velas contigo, en una tarta imaginaria, repartiríamos los trozos y a ti te daría la mejor parte…
Simplemente porque es tu día.
Porque lo mereces.
Porque hoy serían 37, los besos, las primaveras, las velas…
Hoy te regalaría la vida entera, así como lo hago yo, muy mal envuelta.
Para que no te cueste empezar a usarla.
De buenas a primeras…



lunes, 28 de junio de 2010

Al respirar

Habitación a oscuras.
Despierto y no sé donde estoy.
Calma… siempre, de buena mañana.
Relativizando mis legañas.
Lavaré mi cara y dejarán de tener importancia.
Desperté cabizbaja, ensoñada y encontré tu mirada.
Tu sonrisa.
Tu carita hinchada.
Tus labios húmedos y tus besos sedientos.
Tu cálido cuerpo.
Mis dedos escalaban tus montañas.
Desde la cima se lanzaban al vacío.
Paracaídas lleno de ilusiones.
Cargado en mis espaldas.
Mochila de sonrisas suicidas.
Que quieren ser salvadas.
¿Nos hicimos el amor o el amor nos hizo?
No sé aún que pasó…
Tampoco necesito saberlo…
Me haré al cabo del día, mil preguntas estúpidas…
Y estúpida me seguiré sintiendo…
Sin hallar respuestas a unas preguntas que no me formulo.
Y que por lo tanto no me contesto.
Quiero un poco de todo y de todo, un poco.
Quiero tu sudor frío a mi lado, en la cama.
Mientras la humedad nos cala y nos obliga a temblar.
Buscándonos el mutuo calor, que se torna resbaladizo entre tus brazos.
Nos cambia el deseo, en un túnel de pecado.
Mientras los globos dejan de volar y caen en nuestras manos.
Para cambiarnos la voz sin cambiarnos las palabras.
Palabras que mudas, siempre callan.
Compensan las miradas, que vergonzosas se escapan.
Con piropos que empiezan a quedarse cortos.
Que se repiten una y otra vez.
Mientras se acercan las rebajas y a pares nos los regalamos.
Sin tachar antiguos precios.
Las tallas grandes, nos quedarán pequeñas.
Montones revueltos de halagos…
Que ni visten ni desvisten…
Por suerte, para tu desnudez…
Que está mucho mejor sin nada…
¿Sabes…?
Encontré la gran ganga.
Con paciencia.
Santa.
Y me fui, para echarte de menos…
Y en echándote de menos me quedo…
Solo necesito un beso más…
Para poder continuar.

Vetusta Morla - Al respirar

viernes, 18 de junio de 2010

Anda, ven...

Podrías mirarme,
así…
sin más,
porque sí….
¿y por qué no?
Que hace rato que te despistas…
Si me pongo a tiro más de lo creo y quizá también,
más de lo que tu te das cuenta.
Que me mires,
que me claves,
que me devores…
¡que me encanta!
Que me dejo,
que lo quiero…
Que me des, que me des…
Que yo también te doy.
Que hace un rato que ya no sudamos,
que no nos marcamos,
que no nos molestamos…
Que dormir,
si te parece…
es algo que haremos mañana…
si amanece…
Hoy ven aquí,
¡que vengas…!
Que quiero más…
¿Como quieres que te lo diga…?
¿A caso quieres que te lo pida?
Un por favor…
Anda,
ven…
hazme un poquito de eso que tu sabes…
Y que a mi me gusta tanto…
Una suplica….
No, no te hagas derogar tanto….
Aunque si arrastrándome te llevo hasta la cama…
Te lo empiezo a pedir con grandes llantos….

sábado, 12 de junio de 2010

Vasos, cucharas...buenas caras.

La mañana ya llegó, hoy puede ser un gran día.
Absorta y distraída en ese mundo que me pintan.
Dominando mis impulsos.
Olvidando rencores.
Descontando sin sabores.
A favor de las sonrisas.
A través de tu risa la vida me pide perdón.
Solapando días.
Lamiendo heridas.
1+1= 2.
De toda la vida.
Susurros en mis oídos,
Retumban alentadores.
Principio de algo.
Recuerdos de miradas, de sonrisas, de palabras.
Café.
Ducha.
Pijama.
Música.
Letras.
Enfado o melancolía, no sé.
Investigo.
Mejor lo dejo.
Que me lleno la vida de teorías.
Mientras me rompen los esquemas.
Podría pasarme el día entero pensando en ti…
Pero voy a intentar no hacerlo.
Por no ser pesada.
Ya sale el sol…
Vasos, cucharas…
Buenas caras…

Cigarrillos y cerveza.
Llamada.
Romper un silencio así YA tiene perdón.
Viva la guerra.
Estoy dispuesta.
¿Cuánto tardas en salir de allí?
La mañana ya marchó, hoy pudo ser un gran día.

Standstill - 1,2,3 sol

lunes, 7 de junio de 2010

Lunes

Silencio.
Respiro.
En la mas absoluta calma.
Asiento con algo más que con la cabeza.
Esa que reposa sobre unos hombros que a veces parecen cansados.
Solo a veces, otras no tanto.
La cabeza dice sí,
el corazón también se mueve en la misma dirección…
Hacía allí voy…
Hacía donde esperas tú.
Trazas el camino en un mapa invisible.
Rotuladores de colores.
Líneas gordas que yo piso.
Sin despiste ni abandono.
Conozco el camino...
Aún tapándome los ojos…
Sin ver, te veo.
Te recuerdo.
Te pienso.
Te siento.
Te encuentro.
A mi lado, dormida.
Yo, abro y cierro los ojos,
incontables las veces,
durante la noche.
Y en todas ellas encuentro tu espalda.
Pared que me devuelve la calma.
Repito y enlazo sueños.
Allí donde los dejo.
Por la mañana sabes tan dulce…
Debería desayunarte.
En un descuido.
No…
No…
No te duermas…
Desperézate sobre mi…
Cuanto quieras…
Que yo me desperezaré sobre ti...
Cuanto me dejes y cuanto pueda.

viernes, 28 de mayo de 2010

...

"Masticando tu saliva, le pongo sonrisas a la vida"

miércoles, 19 de mayo de 2010

Diecinueve

¿Que día es hoy?
Últimamente no sé en que día vivo, ni el número que marca, apenas distingo el mes… tan solo soy consciente del tiempo que queda para volver a verte.
Ese pasa lento, pesado…
Averiguo la lentitud de los minutos cada vez que miro el reloj… pasan eternos de uno en uno….
¿lo sabias?
Yo también camino lenta, despacio, paso a paso…
Estiro y paseo mis piernas, en actos involuntarios.
Quedarme quieta, en ese acto mas que voluntario, lo reservo para cuando estoy por debajo de ti.
Y miro hacia arriba y te encuentro perdonándome la vida.
Me cuesta horrores expresarme en estos días, las dos sabemos el porqué, dicen que el poeta encuentra sus palabras en la tragedia y yo últimamente desconozco la tristeza.
Palabrería invertida y desafíos vetados.
Sentimientos recíprocos.
Sin peros dichos en deseos sentidos.
Mientras nos miramos y callamos.
Ese silencio que se escucha de repente aún sin palabras, oxigenan los suspiros, que salen de mi boca para entrar en la tuya… mientras nos hablamos sin decir nada.
Que nuestras manos se entrelacen, nuestras miradas se crucen constantemente, nuestras bocas se besen, se picoteen, se muerdan y se arranquen de las ganas...de esa pasión por un beso, de tan solo un beso más...como si nunca los pudiera volver a besar...me hacen darme cuenta de que estoy a punto de explotar.
No sé cuanto tiempo más podré callar…
Coseré mi boca a puntadas cortas…
Por si acaso…
Y teclearé con los dedos lo que se que tu vas a leer…
Me resulta más fácil, que no es más cobarde…
Adoro parecer tonta sin serlo, si…creo que esa es la definición que más se ajusta a mi estado de embriaguez constante...
Me tienes borracha.
Y mi resaca no pasa…
Amanece a tu lado, con la misma sed que no fue tragada…

¿No crees que deberías regalarme esta noche un sitio en el cual amanecer mañana al alba?

“Y tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas como diminutas patas de ciempiés.
Con viento del este hiciste una cama,soplaste sobre ella para templarla
y con el murmullo de tu voz de agua me cantabas nanas sin letra.”



Maga / Diecinueve

lunes, 10 de mayo de 2010

Universos infinitos

Entre tu y yo, existe algo que nos une y separa…
Se llama cama.
Rincón exquisito,
donde me pierdo y me encuentro,
al filo de un precipicio…
Un balcón a la galaxia, a ras de cama.
Mientras sigo tumbada, mirando por la ventana.
Inmersa en mi abismo…
de preguntas, respuestas y palabras.

En cualquier momento… salto.
¡Cuidado!

No se si soy consciente, al menos lo intento.
La consciencia está a un solo paso de la locura.
¿y dime, que significa la palabra cordura?

Loca estoy si te digo que no, cuando quiero decir si.
A la cuerda vuelvo cuando te digo que me lo pidas de nuevo.

Debería atarte a ella…
O quizá yo…
¿Debería colgarme en ella?.

La cordura me queda grande, cuando resbalas en mi epicentro.
Mientras yo me hago diminuta entre las sabanas…
Por más que te estudie, no creo que llegue a aprenderte.
Aunque te dedique horas y horas de estudio…
Nunca se me dio bien hincar los codos.
Lo intentaré con las piernas.
Quizá tenga más suerte.
Esa que no me ha fallado contigo.

Acotando el espacio que te envuelve,
ese invisible que en tu nuca respira,
que rodea tu sien y te besa a escondidas…
Despierto torpe y tropiezo con tu sonrisa.
La línea divisoria la pones tú con la curva de tu boca.
De ahí no paso.
Ahí me quedo.
Ahí casi muero.

Horizontes cercanos, paralelas en forma… cuerpos equidistantes.
Tumbadas no caemos de precipicios…
Aunque tu grito final puede que sea mi gran y único abismo.

Olvidé que tiempo atrás sufrí de vértigo.
Pude curarme gracias a subir y bajar por tus pechos.
Pequeñas montañas quitamiedos…
que han puesto cura a mi enfermedad…
En la cima encuentré unos pezones,
donde pude agarrarme...y perder mis miedos...
antes del salto al vacío sin paracaídas...
que estoy viviendo estos días.

Espacio vetado al sin sentido
Trazo una línea invisible que intento traspasar a diario.
Medio loca, medio cuerda…
Ya no se lo que soy…
y apenas me importa…

Descubrí que de golpe… se pilotar aviones.
Y que puedo aterrizar sobre tu espalda…
No te duermas…
Te estoy pidiendo pista…

“Que empiece el viaje ya…
Infinita ingenuidad…
Ilusión centesimal…
Me creía tan capaz…
con mi cápsula de albal…”

Universos infinitos / Love of lesbian

martes, 4 de mayo de 2010

¿jugamos?

En susurros podrás
notar
mi piel
erizarse…

Mientras mis manos…
abarcan inconscientes,
un mundo de placeres.

No hay razón para asustarse
ni
motivo para bloquearse.

Fluye…
tu risa,
la mía…

Entre parábolas pasadas
que afirman mi creencia,
a lo que por fin
podría llamarse,
una historia normal.

Si la vida
nos sorprende
jugaremos a lo que sea,
a lo que venga…

La baraja se reparte a modos iguales.
Que aunque el palo no nos sea nuevo,
esta mano nos sabe diferente.

El as en la manga,
lo guardo,
por si acaso.
No para hacer trampas,
de eso yo no gasto…
Lo guardo,
por si el otro as de corazones
involuntariamente falla…
y
entre
partida y partida
se extravía entre las cartas.

Roba carta
y
de paso
también…
róbame miradas.

Que la partida
empieza
y
si quieres
no se acaba.


Me podría tirar un farol
decirte que llevo
las peores cartas…

Podría hacerte apostar
y
hacerte creer,
que vas a ganar.

Pero ni soy de trampas
ni de faroles…
juego con lo que tengo,
ni más ni menos,
y
aunque sé de antemano,
que con esta ronda,
mi partida está más que acabada,
prefiero no hacer muecas
y
aparentar que entre mis manos
anda inquieta
la mejor tirada…

Levanto ceja,
y con un par de narices
apuesto todo lo que tengo
y lo dejo sobre la mesa…

Que con este trío de ases…
el tuyo,
el mío,
y el que anda escondido
en la manga,
no hay nadie
que pueda presumir
de osadía
por ganarme…
sin yo dejarme.


jueves, 29 de abril de 2010

Sin esquemas

Podría bajo esquemas,
organizarme como de costumbre,
papeles en blanco
que llenan de palabras mi memoria…

Quizá la mente…
quizá…
el sistema,
que esta vez sin computar
suma y sigue sin recordar,
cuantas fueron
ni cuantas serán…
las veces
que llegue a alcanzar
eso que llaman
felicidad.

Por una vez en mi vida,
decidí no pensar,
decidí no darle vueltas
a lo que esta bien o mal,
decidí jugar,
sin más.

No tuve remordimientos,
no necesité respuestas a mis no preguntas,
porque ni tan siquiera me las cuestioné…
Decidí sobre la marcha,
en el preciso y justo momento,
guiada por la apetencia
de la simpleza de mi cuerpo.

Ese cuerpo que reumático
a temprana edad,
se oxidaba aún medicándose
contra su voluntad…
mientras el dolor era latente
a la vez
que visible…
en esa extraña enfermedad,
aún sin catalogar…
llamada…
Mal de amar.

Y desnudé la cabeza de velos,
desvestí también el cuerpo
y
desnuda
por completo,
lubriqué con aceite
las esquinas…
todos…
mis recovecos,
hasta conseguir
un funcionamiento casi perfecto…
de aquello que aprendí una vez
y que no olvidé con el tiempo.

Puesta a punto en tacto, gusto y sentido.
En alma, corazón y vida.
Motor en marcha,
en constante movimiento.
Y que sin hacer ruido,
me lleva a ti…
y me trae de vuelta
a mi…
sin pasar por otro sitio.

Caminos de ida
caminos de vuelta,
sin preguntas formuladas
que nazcan de la duda
quizá interpuesta
o
quizá existencial…
Por lo ya vivido
o
de lo que esta por llegar.

Tranquilidad.
Por fin,
tranquilidad.
Menuda extraña sensación esta…
que se ha acomodado en mi casa…
que como vestida de domingo,
en zapatillas y pijama
me habla entre susurros
y
me da los buenos días
casi
cada
mañana.

Podría decir mucho más
como también podría…
sentir mucho menos.

Pero de podrías,
he vaciado mi vida…
con intentos de avaricia,
con mucho de empeño,
solo quiero
llenarla
de infinitas alegrías.

Esas que me pide el cuerpo.
Esas que me ofrece la vida.
Esas que me das tú…
sin apenas esperar
y
sin pedir nada a cambiar.

Aun recuerdo mis palabras
diciendo “no es el momento”,
maldita bastarda
soy
y
me siento,
al recordar al rescatado recuerdo
de intentar negarme a mi misma
lo bueno,
por creer simplemente,
que no lo merezco.

lunes, 26 de abril de 2010

Pequeñas miradas

Cerré mis ojos.
Los apreté bien fuerte.
Primero la oscuridad.
Después formas borrosas.
Por último tú.
Me volaste la cabeza con tu pistola de sonrisas.
Mientras dormías, perdí tu mirada.
Anduve buscándola entre las sabanas y la encontré de nuevo, entre mis piernas.
Punto de salida.
Punto de llegada.
Miradas que se cruzan y se retan.
¿Quién ganará esta guerra?
En la que no existe bandera blanca…
Donde hay descanso para reponer fuerzas.
Pero no el suficiente para parecer un poco cuerdas…
En apenas cuatro metros cuadrados se pueden lidiar las mejores peleas.
¿Lo sabías?
Cara a cara, te quiero decir tantas cosas y acabo por no decirte nada...
Me miras, creo que entiendes lo que te digo sin llegar a pronunciar palabra.
Hoy todo lo demás es lo de menos.
Me robas impune el tiempo de ese reloj que no llevo…
Deberíamos dormir ¿no crees?

Creo que voy a empezar a romperme...

Anda, va, déjame dormir un poco…
Que venga, va, yo también te dejaré un ratito…



Fotografía: DANI

domingo, 25 de abril de 2010

Bizarra

Quería pedirte perdón.

Perdón por sentirme pequeña, a veces insignificante… y a veces grande, muy grande.
Por pensar más de la cuenta…

Por robarte las horas de sueño… y no dejarte descansar.
Por pasar la noche en silencio.

Por querer todos y cada uno de tus incontables besos.

Por molestarte a veces con el cuerpo.

Por olvidarme alguna vez de preguntarte ¿como estas? ¿Cómo fue tu día? ¿Cómo es tu vida?.
Por no dejarte hablar a veces y contarte, como estoy, como fue mi día y como es mi vida, sin que tú me lo preguntes.

Perdóname sin no te dije lo bonita que estabas, ni que tus piernas me producen vértigo, que tu mirada es deliciosa o que tu boca esta hecha para que yo la bese y de vez en cuando la calle…

Por desconocer el número de tus pecas.
Y recordar el número de tus pechos.

Perdóname por ser así, de esta manera, tan elocuente y a veces tan absurda.

Perdóname si queriéndote alegrar los oídos, a veces no pronuncio bien, a veces me atropello, a veces digo cosas sin sentido o imagino estampas dignas de pasar al olvido.

Perdóname por ser ridícula y además decirlo.
Por reconocerlo y además no importarme serlo.

Pero es que la mayor ridiculez empieza y acaba en mí.
Empieza en el sin sentido de mi vida antes de…
Y acaba en el sin sentir, después de…

Bloc Party - This modern love

miércoles, 21 de abril de 2010

A dos metros bajo tierra

Cerrar la puerta, contigo-conmigo dentro.
Mirarte sin que me veas hacerlo.
Pasar a verte, cuando tu decides mirarme…
Como si no pasara nada, como si fuese algo tan normal, tan sencillo…
Pasando de mirarte a verte en un suspiro.
Mientras pienso.
Mientras deseo en silencio.
Porque en silencio intento estar y en el silencio me quedo.
No a hablar por hablar.
No siempre encaja el bienestar cuando no se dice nada.
Contigo si.
Conmigo también.
Quizá si, a besar por besar… porque a todas horas quiero hacerlo y no siempre me lo das.
Cuando pasas de un encanto, al gran ENCANTO, dando paso a lo que será un gran truco de magia…
Nerviosa, expectante, sin perder detalle… y perdiéndolos todos, entre los impulsos frenéticos que adornan los cuerpos…
Te miro.
Me miras.
Nos MIRAMOS.
Callas.
Callo.
Nos CALLAMOS.
Ya llega el momento… cuando quieras… nos BESAMOS.

jueves, 15 de abril de 2010

Besos

Silencio.
Alientos.
Respiración tosca.
En juego dos bocas.
La tuya y la mía.
Ambas tercas.
Se buscan.
Sin mapa.
Sin brújula.
Llegando a su meta.
Con destino y horizonte.
Besarse.
Encontrarse.
Sin espacios.
Sin retoques.
Lucha de lenguas a un solo asalto.
Pulso muscular sin ganador final.
Lenguas húmedas, en constante movimiento.
Puja de titanes con hambre.
Dispuestas a devorarse.


viernes, 9 de abril de 2010

00:03:49

                  

                                             

                                                               

00:03:49.
Ese fue el tiempo.
Asentí con la cabeza durante.
Delante.
Animándote en silencio.

Escuché todo lo que no me dijiste.
Observé todas las miradas que no me dedicaste.
Pensando en que el arte te lleva dentro.
En silencio.

De fondo sonaba la canción ideal, para un momento que no lo es tanto.

Pero aguanté el tipo junto con la emoción… con los ojos vidriosos.
Abismos dispuestos a desbordarse.

Al ver tu mirada de inocencia continuada, al ver tu dulzura exquisita y oír de nuevo tus siseos…
Y tus manos, esas que siguen siendo pequeñas, esas que quieren abarcarlo todo, por fin con algo entre ellas.

Perdí la sonrisa al no ver la tuya.
Esa es la verdad.
Me traspasó el sentimiento.
Recordé momentos.

Esbozos de sonrisas tímidas que esconden tu alegría retenida.
Y la mía.

Después de esos 00:03.49, no te pude hablar, no te pude tocar ni tan siquiera odiar.
No pude decirte nada.
Nada.

+ …
Puntos suspensivos ante mi no saber que decir, ni que pensar, ni que hacer.
Me quedé sin palabras.
Una vez más.
Y no se porque demonios estoy escribiendo todo esto.
Será que hoy si que adivino mis palabras.

Apagué el móvil en señal de protesta.
Protesté por una llamada que no me hiciste, que no me haces y que no se si me harás.
No es lo mismo ser que estar, me reafirmo en un impulso casi ridículo cuando me digo que apagando, dejo de esperar tu sonido preguntándome ¿como estas?
Es triste.
Quizá la triste soy yo.
Me da igual.

Sin sueño.
Apenas pude dormir.
Te tuve delante.

Vi tu cara, oí tu voz…
Me quedé sin nada.
Con mucho de tristeza.

Porque mi tristeza dura lo que duran tus silencios.

Con lo que pudo haber sido y acabó solo en palabras.
Hoy ni siquiera en eso.
Parece que así lo quisiste…

Tu no querías y sigues no queriendo.
Yo no quería, eso decía, pero sigo mintiendo.

No te pedía nada.

Sigo sin pedirte nada.
Sigo sin esperar nada.
Solo quiero recuperar el habla, de mi boca callada.

Tan solo desearía saber que es lo que pasó, que es lo que pasa entre tu y yo.
Creo que merezco que le devuelvas el sonido a tus palabras.
Y me hables.
Te escucharé.

Porque me quedé así, sin entender nada, sin saber nada, sin pelear mi ignorancia.

Ningún tonto se queja de serlo.
Ninguno menos yo.

No me conformo con tener que ser siempre la que tiene paciencia, la que tiene que entenderlo todo, la que siempre se tiene que adaptar al mundo de los demás, esa que siempre espera, esa que no pelea, que no grita, esa que lo dice casi todo con una sonrisa aunque le puedan las ganas.

Con las ganas siempre estoy y con las ganas siempre me quedo.
¡Joder, que triste!

Pero hace ya algún tiempo que empecé a cansarme de ser siempre “la otra”, la de por si acaso, la de si apetece, la de de vez en cuando…
Esa que de tan buena, resulta que es tonta.

Lucharía por ti, porque creo en ti.
Pero no quiero luchar por nada, si nada es lo que sientes.

La vida a veces me resulta cansina.
Buscavidas buscando su vida.
Debería encontrar la mía….

Deseo ser alguien.
Deseo serlo todo.
Quiero ser algo, un algo que a veces siente que no es nada.

Debe ser difícil ser tú.
Pero también es difícil ser yo.
Las cosas empiezan de nuevo, en el mismo punto en el que tu las dejas.

Te pude odiar y no lo hice, me pareció una perdida de tiempo.
Te pude amar, pero no llegaste a tiempo.
¿De que esta echo el tiempo del que espera?
Supongo que de lo mismo que del que quiere sentir y no siente.

Me quedé esperando…
Esperando nada.
Como siempre es siempre igual, nada cambia.

Banal capricho de sentimientos sin sentido.
Queríamos jugar a ser diferentes y no pasamos de mediocres.
Y ni tu ni yo lo somos.

Me gustaría que me cantaras que no quieres no estar a mi lado.
Recorrer tus vértices.
Conocer tus matices.

Dejar de ser una más de cientos.
Y no callar lo que siento.

Con las ganas estoy…. Y con las ganas me quedo.
Con 00:03:49 menos.

Me moriré de ganas…. de decirte… que te voy a echar de menos.

miércoles, 7 de abril de 2010

Cada día peor...

Estaba buscando una cosa y no recuerdo el qué.
Me enfado.
Intento recordar.
Si vine hasta aquí es porque estaba haciendo algo.
¿Que estaba haciendo?
Ah si… ya recuerdo.
Tengo que encontrar ese papel, lo necesito.
Juraría que lo puse aquí.
Pero aquí no está.
¡Joder!
Por que demonios tuve que poner orden el otro día.
Si yo me organizo muy bien en mi propio desorden.
Se donde está cada cosa.
Bueno, más o menos.
Y cuando ordeno me desordeno.
Cada día lo tengo más claro.
Aquí está.
¡Bien!
Hoy creo que es el cumpleaños de alguien.
¿De quién?
Tampoco me acuerdo.
¡Joder!
Voy a mirar si el sr. Facebook me lo dice.
¡Pues no!
¿Y en la agenda?
¡Pues tampoco!
Claro, las cosas no se anotan solas.
Y estando en Abril aún no he tenido tiempo de apuntar todas aquellas cosas que no quiero que se me olviden.
¡Pero la agenda está casi vacía!
No quiero pensar en la de cosas que se me habrán pasado por alto.
¡Joder!
Creo que es el cumpleaños de “x”… juraría que sí.
Venga, voy a llamar.
Llamo.
¡¡¡ Felicidades!!!
¡Laura… fue la semana pasada… pero gracias!
¡Joder! Bueno, mejor tarde que nunca…¿no?
Si si… jajaja no cambiarás nunca.
Ya… lo siento.
Hablamos un rato y cuelgo.
Me voy a hacer un café.
Enciendo la maquina.
Llaman a la puerta.
El excelentismo Sr. Presidente de la comunidad.
¿Qué hay reunión de vecinos el día x? ¡Ah, que bien! Genial. Y así nos ponemos de acuerdo si pintamos o no. Perfecto.
Cierro la puerta.
¡Joder! ¡ Me cago en..!
Odio esas malditas reuniones.
Me sacan de quicio.
A ver quién chilla más.
Creo que lo voy a apuntar en la agenda… así no se me olvidará.
¿Qué día me ha dicho?
¡Jodeeeer!
Que no me acuerdo….
¿Y yo, que iba a hacer antes de tan grata visita?
Ah si… un café…
Muy bien Laura, te has acordado.
A ver si me activo.
Me lo hago.
Vengo al comedor, me pongo a escribir todo esto… sin saber muy bien el porqué.
Y después de algo más de diez minutos…
Me enciendo un cigarro… y pienso…
Con un cigarrito queda bien un café.
Por cierto… ¿yo no me había hecho uno?
¿Dónde está?
Me pongo a buscar al café turístico… y ahí solito esta, abandonado en la mesa de la cocina… pobre.
Todo frío.
Me hago otro.
Y me espero hasta que se hace, sin moverme de la cocina ni hacer nada más.
Antes la culpa del olvido fue que me puse a tender la lavadora.
Así que ahora, Laura… a lo que debes estar.
Vuelvo al comedor.
Me siento.
Me fumo un cigarro y me tomo el café.
Y me pongo a pensar…

¿Dónde diablos me olvidé mi memoria?

A mi estas cosas antes no me pasaban…
Será la edad…
Digo yo…

martes, 6 de abril de 2010

Reflexiones II

La vida a veces es complicada.
Y cuando no lo es, parece que buscamos esa complicación que nos falta.
Como para darle vidilla, interés, intriga o yo que se qué.
Por amor al arte… por arte de magia o simplemente porque nos da la gana.
Y no es que me esté poniendo dramática, que a veces lo soy.
Lo reconozco.
Pero es que hay días en los que siento que el mundo se está volviendo loco.
Que la gente ha perdido sus principios, el respeto y en muchas ocasiones, también los nervios…
Hay un tema de debate entre mi gente.
Un tema al que le damos vueltas y más vueltas desde hace tiempo y que ya, sin más vueltas que darle, acaba en mareo.
Nos preguntamos si la rareza está en los demás o en nosotras mismas y no nos la vemos.
Barajamos las cartas, repartimos y como quién juega al “uno”, ponemos sobre la mesa los diferentes puntos, los fugaces momentos, las extrañas situaciones que nos llevan a pensar sobre lo que está bien o lo que está mal y acabamos por no entender nada, ni el comportamiento de la gente, ni su capacidad para afrontar, ni su actitud ante la vida, ni su aptitud resolutiva.
Estamos en una edad en la que sabemos lo que queremos.
Hasta el día de hoy… años atrás… nos podíamos excusar en la inexperiencia, en la adolescencia, en la ausencia de sensatez, en la locura, en la inmadurez… en tantas y tantas cosas que quizá antes si que nos servían de escudo para hacer las cosas mal y no sentirnos mal por eso…
Pero ahora no.
Ya no.
Tenemos de todo.
Hemos aprendido de todo.
Hemos disfrutado de casi todo.
De lo bueno, de lo malo, de lo ya olvidado.
Y sin darnos cuenta, sin quererlo, maduramos.
No queríamos crecer, pero crecimos.
Y a veces me gustaría retroceder en el tiempo y volver a ser la misma loca insensata de hace unos años.
Pero por mucho que lo pienso, por mucho que lo intento… no puedo.
Y me encuentro siendo niña, pero también mujer.
Niña, porque nunca me adapté a un mundo de adultos lleno de caras largas.
Nunca me adapté y nunca pienso hacerlo.
Y adulta, porque descubrí que la gente miente por costumbre, anda falta de tacto por defecto, por no nombrar la delicadeza, el miramiento o la ética… entre otras carencias.
Que muchas veces carecen también de sentimientos.
Y aún no teniéndolos, los dicen.
Los cuentan.
Como cuentos.
Cuentos que ya no duermen como cuando éramos críos.
Hablar por hablar.
Sentir por sentir.
Joder por joder.
Echo de menos aquella sensación que tenía con quince años.
Todo el mundo era bueno.
No existía la violencia como ahora.
Ni los antros, ni las drogas, ni la muerte, ni el dolor.
La única preocupación que tenía era la de intentar ser la mejor de mi equipo, cargármelas a la espalda y hacerles ganar el partido.
Otra cosa que me quitaba el sueño era la de poder administrarme la pequeña paga que me daban, decidir sobre si ir al cine o comer pipas en cualquier parque, o si fumarme mi primer cigarrillo o no.
Que tiempos…
Era una cría, si.
Sentía como que no encajaba donde estaba, pero era feliz.
Inocente.
Me sigo sintiendo igual.
Me sigo creyendo todo lo que me dicen, me sigo adaptando a las situaciones que me toca vivir, me sigo sintiendo capaz de lograr casi todo lo que me proponga y sigo pensando que me como el mundo el día que quiera.
Eso si no me come el antes a mi.
Pero es lo que hay, es lo que siento.
Un puzzle de infinitas piezas que acaban encajando unas con otras.
Hegemonía perfecta.
Aunque no quiera.
Aunque el puzzle se convierta en cruz, una vez colocadas las esquineras.
Da igual, todo acaba encajando un día u otro, con paciencia y más paciencia.
Y si mi sobrina es capaz de resolverlos aunque tengan 300 piezas, ¿porque no voy yo a ser capaz de completar mi puzzle interno? sabiendo de antemano que esta hecho de muchísimas menos piezas...
No quiero ponerle fin a nada, me gustaría que todo fuese cierto, me gustaría creer de nuevo en las personas, apostar por ellas con la tranquilidad de saber que no fallarán, esa tranquilidad que ahora me falta.
Que no se donde está y que no se si volverá.
Seguramente se fue tras los que alguna vez me fallaron y me hicieron descreer.
No lo sé.
Creo y descreo.
Creo y descreo.
Una y otra vez.
Y así me encuentro, escribiendo y escribiendo con un poco de desazón y un mucho de agotamiento venido a menos al ponerlo entre mis dedos.
Podría hablar horas y horas sobre la hipocresía, sobre la dejadez, sobre la mentira, sobre la indiferencia, sobre el olvido, sobre el tiempo, sobre los sueños, sobre promesas que no se cumplieron, sobre la injusticia, sobre la madurez, sobre la muerte, sobre la vida, sobre sentimientos que por suerte no me faltan y siento, ellos no se fueron… sobre ti, sobre mi, sobre ellos y ellas, sobre cualquier cosa, con o sin sentido…
Porque con cualquier cosa, soy y siento.
Y aunque a veces no encaje, aquí estoy.
Yo que no soy capaz de hablar lo que escribo.
Y que siempre escribo lo que no digo.

Lo dicho, será que soy yo la rara…
Y no quiero admitirlo.

martes, 30 de marzo de 2010

Cenizas

El peso de la noticia aún cae sobre mi como una losa.
Losa pendiente de grabar.
Inscripción dolorosa que perdurará durante los años a restar.
Reduciendo el cuerpo con los recuerdos para enterrarlo bajo tierra como tesoro que no queremos que los demás vean.
Adornos florales que marchitarán… junto con la vida, que se encerró y ya no saldrá nunca más.
Mientras acompaña mi pena el recordatorio de lo bueno que eras.
Tristezas y añoranzas.
Cementerios vivientes en el día de todos los santos y en el santo día de todos.
Lugares aterradores.
Preferí no encerrarte en ningún lugar.
Como tu querías.
Como ahora, después del tiempo quiero yo.
Esparcí al viento lo que quedaba de ti, junto a un árbol, en una montaña.
Montaña a la que llaman sagrada.
A la que regreso de vez en cuando a hablarte… para que no estés solo.
Para que no te sientas solo.
Nunca solo.
Siempre contemplo aquel bonito paisaje contigo.
Sentada en aquella piedra, mientas fumo… y avivo tus cenizas.
Mientras me emociono sin querer.
Y te hablo como si me hubiese vuelto loca.
El viento me refresca.
Cala mis huesos.
Y entumecida me voy, sabiendo que me costará regresar a aquel lugar.
Siempre me cuesta.
Pero siempre vuelvo.
Creyendo inocente que me esperas…
Que me ves llegar…
Que te sientas a mi lado…
Y nos fumamos juntos en una tarde, la vida que ya no te queda.

Montaña de Montserrat / Cataluña

                             
  

lunes, 29 de marzo de 2010

Pequeñas niñas grandes

Hay dos cosas en esta vida que tengo muy claras.

Una es mala... la otra, sois vosotras.

sábado, 27 de marzo de 2010

Una piedra

Me puedes contar lo que te pasa… vamos, bueno si quieres, si te apetece.
Lo se, pero es que no me apetece escucharme una vez más… me aburro a mi misma con la historia.
Entonces… ¿quieres estar en silencio?
Al menos por un rato…
Vale, no hablaremos… pero toma esta piedra.
¿Y que hago con ella?
Lo que quieras.
¿Puedo no hacer nada?
Te he dicho que puedes hacer lo que quieras…



Pues, sabes qué… que hasta la piedra me molesta, me pesa…
Tírala.
Tu primero.
(con un ademán amigable lanzó su piedra… unos metros más allá, la piedra aterrizó como encajando en algún lugar)
Te toca.
(con un ademán violento lanzó su piedra… pero la piedra no aterrizó en ningún lugar)
Le has dado alas a tu rabia… ¿te has dado cuenta?
Si…
Ahora ya no sabrás hasta donde llegará, ni a quién le dará.

jueves, 25 de marzo de 2010

Gitana (R)

En este mercadillo ambulante, del todo compro, todo vendo, del todo tengo, todo quiero.
En este día gitano festivo, en el que rompo mi camisa.
En que me caso conmigo misma.
En que puse por horca mi corbata y rasgué mi bellísimo vestido.
En el que llene de flores mi vida y olvide regarlas.
En este día, tan mágico.
El que es, el más feliz de mi vida…
Me pongo una única alianza, para recordarme que no es más rico el que más tiene, si no el que menos gasta.

                                                                                                  Escrito el 9 de Junio del 2009

martes, 23 de marzo de 2010

He dicho que no

No quiero llorar, no quiero llorar, no quiero llorar, no quiero llorar.
No quiero llorar, no quiero llorar, no quiero llorar, no quiero llorar.

No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar.
No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar.

                                    Y no he llorado.

                                                                                     Bueno…
                                                                              solo un poco.

domingo, 21 de marzo de 2010

Esta boca

Esta boca, que en silencio rota, se habla a si misma hasta entender las cosas.
Esta boca que a veces enmudece, se ensimisma y me hace compañía.
Esta boca que autista, me encierra callada en mi propio mundo y silencio.
Esta boca que … como la tuya, cerrada, ni dice ni habla nada.
Porque tu no querías y sigues no queriendo.
Y yo no quería pero me sigo mintiendo.
Esta boca que acompaña miradas, creyendo administrarlas.
Esta boca que a veces se muerde a si misma, por tener ya la lengua destrozada.
Esta boca que de vez en cuando duerme, sintiéndose relajada.
Esta boca que además de hablar, aprendió con el tiempo a escuchar.
Esta boca que a veces no habla pero que para ti, siempre está llena de buenas palabras.
Esta boca que necesita decirte lo que siente y que cobarde y muda, calla.
Esta boca que quiere, pero cree que no debe.
Esta boca que podría hablar más alto, pero nunca más claro.
Esta boca que siempre quiere besarte, pobre… sin tregua y terca, lo intenta.
Tu picotéame cuando, donde y cuanto quieras.
Que yo me dejaré en todas ellas.
Esta boca que hoy habla entre líneas y que espera que cuando las leas, no te dejes ninguna.
Esta boca que hoy sin ti se acuesta, sin respuestas.
Con la sensación de haber dicho mucho más de lo que los dedos han escrito.
El resto me lo reservo para decírtelo cuando despiertes conmigo y entre sueños, nos usemos las bocas y a besos, nos desayunemos.

martes, 16 de marzo de 2010

Un defecto

- Dime una cosa que no te guste de mi.
- Eso es difícil.
- Dime una, sola una.
- No pienso jugar a eso.
- Pero ¿Por qué no?
- Pues porque no.
- Eres una aburrida.
- Lo que tu digas.
- Paso de ti.
- Yo también, como ves.
- Sabes que, que creo que no me lo dices porque no tengo ninguno.
- ¿Ah si? ¿Eso crees?
- Si.
- Deberías dejar de sentirte el ombligo del mundo y volverte un poco mas humilde.
- ¿Me estás llamando egoísta?.
- De mi boca no ha salido…
- Lo has insinuado.
- Pues mira, no.
  El único motivo por el que no te digo un defecto es que entre tantos, no se cual  escoger.
- Eres una estúpida.
- Y tu una egocéntrica.
- ¿Egocéntrica yo?
- Si, tu, tu, tu... Necesitas que te alegren los oídos constantemente.
- Eso no es verdad. Te estoy pidiendo un defecto, no una virtud.
- ¿Tu sabes eso de que hay reproches que alaban y elogios que desprecian?…
   el que rechaza elogios muestra su deseo de ser elogiado dos veces… y el que
   los pide a gritos manifiesta un alto desconocimiento de si mismo.
- ¿Y que me quieres decir con todo eso? Porque no estoy segura de haberlo entendido.
- Lo sé, lo que quiero decir es que tu solo escuchas lo que te interesa y siempre acabas
  negando lo que se te afirma.
- Eso no es verdad.
- ¡Lo ves!.
- ¿Qué?.
- Que ya lo estas haciendo otra vez.
- Yo no estoy haciendo nada… ¿me vas a decir un defecto o no?.
- Eres una cría.
- ¡ja! Habló la madura.
- Algo más que tú si que lo soy.
- ¿Ah si? Demuéstramelo.
- Ya te lo demostré. Me pedías un defecto y sin que te dieras cuenta, te escupí tres.
  ¿Contenta?
- No te soporto.
- ¿Sabes? a veces, yo tampoco…

domingo, 14 de marzo de 2010

Te he echado de menos hoy

Abre tanto tu boca para besarme que acabes notando un ligero dolor en tu mandíbula.
Cierra tus ojos al hacerlo.
Acaricia mi cara mientras lo haces.
Apriétame el cuerpo.
Abrázame fuerte… como si creyeras que me fuese a ir, que yo no me iré a ningún sitio.
Mírame… y demuéstrame una mirada impotente aunque no pronuncies palabra.
No te vayas, quédate conmigo… no haremos nada.
Si quieres lo único que hacemos, es hacer como que no sentimos nada.
Y nos engañamos en silencio y nos creemos nuestros propios cuentos.
Invéntate lo que quieras, que yo ya me he inventado lo nuestro.


       Los secretos - Te he echado de menos

sábado, 13 de marzo de 2010

Viernes

Descubrí que hoy es viernes.
Sin darme cuenta durante todo el día… anduve como si fuese un lunes cualquiera.
Me calcé esta mañana un par de botas y ese fue mi paso por él, andar pisándolo.
Y ahora que me descalcé y ando así por la casa, sin nada… elevo los pies como en un ejercicio más mental que físico, me medio tumbo en mi butaca y busco el equilibrio entre mis andares y mis palabras.
Es viernes y los viernes son cortos.
Reduzco mi jornada laboral, agrando mi cansancio, amplio mis planes y limito mis preocupaciones.
Cuelgo las botas, cuelgo la maleta, cuelgo la chaqueta y cuelgo mis palabras.
Como cordones anudados entre sí, abrazados, emparejados.
Así siento mis sentidos, unidos.
Es viernes y los viernes casi siempre escribo.
No sé el porqué.
Tampoco le busco una explicación.
De todas maneras, la respuesta creo que no hará cambiar nada, ni en mi mundo ni en el de los demás… así que seguiré sin intentarlo. No todas las preguntas tienen respuestas.
De las respuestas a veces nacen nuevas preguntas, de las que tampoco encontraremos respuesta alguna… así que evitaré entrar en un bucle inútil que no me llevará a ninguna parte.
Escribo por placer, por puro y puto placer.
Las ideas se me amontonan y me empujan por detrás, como cuando en fila india hacemos cola como indios y esperamos nuestro turno.
Otras veces esas ideas, pierden la verticalidad y actúan como lo hacemos todos en un plan de emergencia, van por donde quieren, no respetan las normas de seguridad y evacúan por la primera salida de emergencia que encuentran.
Salvada yo, salvado todo el mundo.
Que egoístas nos volvemos cuando estamos solos.
Pero es la triste verdad.
En este rincón de mi casa, en este rincón de absurdas palabras, en este rincón de sueños casi rotos donde no existen silencios, me transformo en nada y me dedico a hacer el canelo… mientras irremediablemente va pasando el tiempo.
Expectante ante las teclas me voy sucediendo en un mundo inventado por mis manos en el que a veces no me entiendo ni yo. Pero que más da todo, lo importante al fin y al cabo es ser feliz.
Y en este momento, hace un momento y dentro de un momento, yo lo soy, lo he sido y lo voy a seguir siendo.
No voy a pedir otra cosa, más que seguir disfrutando de este viernes que felizmente llega a su fin.